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domingo, 20 de noviembre de 2011

Taller: Literatura y peronismo- Nuevos encuentros

Miércoles 30 de noviembre/ 7 y 14 de diciembre
19 hs, en Boedo


Cronograma:

 Primer encuentro
La narrativa de Ezequiel Martínez Estrada: entre Kafka y Perón

Segundo encuentro
Operación masacre de Rodolfo Walsh: la politización de la literatura, la peronización del escritor

Tercer encuentro
El grupo Contorno: Los intelectuales y las relecturas del peronismo tras el derrocamiento del gobierno

Para informes e inscripción:
cronicasmenores@gmail.com/ cel: 1138005025

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Comparto reseña del libro de Aldo Casas

Los desafíos de la transición. 
Socialismo desde abajo y poder popular
Herramienta ediciones/ Editorial El colectivo (Bs. As, 2011)


Partiendo de una afirmación de Iván Mézsáros (“en su despliegue, el capital amenaza las posibilidades de supervivencia de la humanidad”), Aldo Casas sostiene en este segundo libro de la colección cascotazos (iniciativa conjunta de ambas editoriales), que nos encontramos ante una crisis que no es una más de las tantas que tuvo el capitalismo a lo largo de su historia. Esta “crisis sistémica”, por el contrario, afecta todos los niveles del orden del capital y, por primera vez, se produce a una escala efectivamente planetaria. Así, la crisis es simultáneamente económica, ecológica-ambiental y civilizatoria.
Ante esta situación, Casas sostiene que se hace necesario librar una batalla no sólo contra el capital, sino también contra las “ortodoxias anacrónicas” y el “conformismo posmoderno”. De allí que, desde la nueva izquierda desde la cual escribe el autor –“independizada de los moldes partidocraticos”– sea fundamental atreverse a desarrollar un pensamiento crítico, que ayude a construir, a fabricar nuevas respuestas ante los nuevos interrogantes planteados para las izquierdas, tanto en el país como en Nuestra América y el mundo. Pensamiento que sea capaz de dar continuidad al audaz e inconcluso proyecto crítico iniciado por Karl Marx (de allí que Casas reivindique un marxismo situado, libertario y abierto), situándose junto y no por fuera y por arriba de las experiencias del movimiento real que vienen pugnando por revolucionar la sociedad (“no puede haber procesos de liberación y emancipación sin la construcción de relaciones sociales que en sí mismas los contengan y debemos ayudar a la forja de instrumentos intelectuales para una práctica que contribuya a que este tipo de nuevas relaciones emerja o se desarrolle”).
Como podemos apreciar, el libro de Casas se sitúa lejos, muy lejos del ridículo lugar de quienes “se creen dueños de la verdad porque son capaces de citar El capital”. Libro, por otra parte, que el autor conoce muy bien.
Y es justamente este conocimiento de los textos fundamentales del marxismo y su propio recorrido biográfico (una militancia de más de tres décadas encuadrada dentro de las filas del troskismo: PRT-La verdad; PST; MAS) lo que hace de Casas un autor que cuenta, a mi entender, con un doble mérito: el de ser capaz de revisar críticamente la experiencia teórico-práctica de la cual proviene, sin desconocer (y reivindicando, a su vez) el legado emancipatorio de aquellas apuestas revolucionarias. En este sentido, el libro y la militancia actual del autor en el marco del Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de la Argentina (COMPA) son un claro ejemplo de que la Nueva Generación de Intelectuales de Izquierda que se viene pariendo en la última década nada tiene que ver con cuestiones de edad, sino con una forma de encarar la construcción de apuestas de transformación radical de nuestras complejas sociedades actuales.
Seguramente por todo esto es que Casas selecciona algunas líneas imprescindibles para reforzar algunos de estos argumentos. Por ejemplo, cuando cita al francés Daniel Bensaid, quien sostiene que el marxismo “solamente tiene futuro si, en lugar de encerrarse en el ámbito universitario, logra establecer una relación orgánica con la práctica renovada de los movimientos sociales”. O cuando parafraseando a Michael Lowy, afirma que el marxismo debe tener un comportamiento abierto, y ser capaz de enriquecerse aprendiendo a rescatar aportes provenientes de diversos sectores: tanto de otras corrientes emancipatorias, como de los nuevos y clásicos movimientos sociales (ecologistas y feministas, obreros y campesinos, etc.), así como también de tendencias del pensamiento nacidas y desarrolladas por fuera del marxismo.
Finalmente Casas subraya que hoy se hace imprescindible, para todas aquellas experiencias de lucha que promueven la organización autónoma de los oprimidos y explotados, dar pasos en la búsqueda por construir un instrumento político que ayude a sortear la carencia de una perspectiva convocante y aglutinadora, en la línea de aquello que Miguel Vedda, en el primer epílogo, denomina como la capacidad de crear “nuevas instituciones, sustentada en la capacidad insurrecta de las masas populares, y aptas para consolidarse y ampliarse a través del tiempo”.
Estos pasos implican, de alguna manera, entender el carácter procesual (permanente e ininterrumpido) de la revolución. No en términos del viejo “etapismo”, sino más bien de asumir lo complejo y prolongado que suelen ser los cambios sociales. Por eso Casas rescata a István Mézsáros y su planteo de que la lucha por el socialismo del siglo XXI implica desarrollar una teoría de la transición, que sea capaz de efectuar transiciones dentro de la transición. Y la recuperación y resignificación del concepto revolución, podríamos agregar, se torna fundamental en momentos como los que actualmente vivimos en nuestro país, en nuestro continente y en el mundo, donde la discusión sobre si es viable o no continuar viviendo en el capitalismo es parte de los debates y los discursos de los pueblos y hasta es incorporado muchas veces en los propios discursos presidenciales (El capitalismo andino en Bolivia, el capitalismo “en serio” en Argentina o el socialismo del siglo XXI en Venezuela).
Por todo esto, la perspectiva de clase y el internacionalismo se tornan dos elementos centrales para reafirmar, como parte de las reflexiones, de los temas urgentes y necesarios a repensar. Asumiendo entonces el “combate por la autoemancipación de los explotados en términos de un nuevo y concreto internacionalismo, un antiimperialismo consecuente asumido en primer lugar desde la nación y Nuestra América, pero comprometido con los combates de los explotados en cualquier lugar del mundo”. Combate que debe ser librado atendiendo siempre a los cambios de las relaciones de fuerzas, que son siempre relaciones de clases. Porque la “actividad autónoma de los explotados implica una ruptura, al menos parcial, con los comportamientos, valores e ideas que la dominación de los explotadores y su Estado inducen cotidianamente”, este libro convida a “apoyar la autoactividad y autoorganziación de los asalariados, procurando su confluencia con otras vertientes del movimiento popular” (ganando capacidad de lucha del pueblo trabajador en toda su diversidad). De allí que se torne imprescindible promover un socialismo desde abajo, que se construya con plena autonomía de las llamadas políticas de Estado (porque “las razones de estado chocan una y otra vez con las necesidades emancipatorias de los pueblos”).
En fin, estos dos elementos (internacionalismo y perspectiva de clase), tal como señaló Omar Acha en el segundo epílogo, se tornan fundamentales a la hora de resituar la pregunta por la reconstrucción de la estrategia socialista.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Nancy, compañera feminista, poeta, piquetera... ¡Hasta la victoria, siempre!




Nancy murió de cáncer el martes 1 de noviembre de 2011. Por celular circuló un mensaje de texto que decía: “Murió Nancy, después de mucho pelearla”. Por mail circuló el texto que sigue, presentado por una compañera con éstas palabras: “Cumpas, acá mandamos un relato sobre el 26 de junio, escrito por Nancy... muchas y muchos no llegamos a compartir espacios de militancia con Nancy, pero siempre estuvo presente su nombre en la historia de los MTD y el Espacio de Mujeres  de la Verón y después del FPDS. Estas palabras nos han acompañado en constantes místicas y seguirán presente en la continuidad de nuestra lucha”.
Los que sí compartimos espacios y días de militancia con ella, no tenemos, tal vez en estos momentos, mucho más por agregar. Sólo que nos llevamos con nosotros, para siempre, una imagen de su look medio hippie, un recuerdo de voz transmitiendo una enorme tranquilidad y su cálida sonrisa.

Palabras de Nancy, la piquetera
Nos llevaron a la comisaria. Fuimos unas de las primeras en llegar. Éramos 7 mujeres, mujeres con hijos pequeños que nos aguardaban en las casas y, a los que nos  había sido  difícil dejar esa mañana.
Salimos de Glew, tuvimos una asamblea antes de hacerlo porque ese corte se venía más duro que  otros Dijimos que  íbamos a  ir  sin chicos y que la que quisiera quedarse, se quedara. Pensé  que lo iban a hacer  muchas de las que  ahora estaban conmigo en la cana.
No me podía olvidar  de cómo entró Evi, me  daba risa, era una de las primeras asambleas en el  campo. Esa tarde, estábamos discutiendo la importancia del panfleto, si era denunciativo o…
Y Lara, diciéndome, Nancy yo me tengo que ir a  buscar al gordito al  jardín, no entiendo  nada de lo que están discutiendo pero  yo  quiero trabajar en el ropero comunitario, necesito darle  de comer a  mis 3 chiquitos, sabés, además el papá se  fue   y no sé  si vuelve…
 Bueno, ese día estábamos llegando al puente y habíamos  hablado de quedarnos en parejas  por si pasaba algo. Ya en el puente se veía raro el ambiente. Caminamos por Pavón y estaban gendarmería, prefectura, la bonaerense, que se  yo. Daba  miedo, realmente, daba  impotencia. Daban ganas, una mezcla de todo. Nosotras íbamos  pedir aumento de los planes, guardapolvos, útiles, comida, medicamentos y el  gobierno decía que pedíamos  mucho.
¿Qué rara balanza  no? ¿Qué  diferente balanza manejan los del poder y los  de guita? ¿Que habrá sido  mucho para ellos? ¿Que será mucho?
 Lo vi a Darío con toda su polenta. Nosotras  estábamos en Glew que formaba parte del MTD de Alte. Brown, que fue el que iniciara Darío a sus 18 años  en Don Orione, junto a un grupo de  vecinos.
Y  lo veo, lo vi a Darío y  me acuerdo de la  primera olla fundadora del MTD en Glew y él hablando, con sus ojos  claros y su abrazote, su sonrisa hermosa al  viento y al  sol. Todas  lo queríamos en Glew; era lindo todo  su  ser. Meses atrás cuando fue el piquete en los super para pedir alimentos  para  las fiestas, para parar la olla, justo unos días antes de los saqueos, Lara se sintió mal, apunto  de desmayarse y la que la ayudó  fue Darío.
 Bueno, avanzamos ese 26 de  junio y, al llegar al puente, estábamos allí, repasando lo que  había que  hacer  y se oyeron los disparos. Las chicas se quedaron paralizadas y  hubo  que sacarlas de allí.
Escuchamos  tiros, sirenas, no  sabíamos que estaba pasando, no se veía  nada, nadie  pensaba que a pesar de esos ruidos y disparos iba a haber muertos ese mediodía. Pensamos que era la represión al piquete, algunos heridos y ya está.
A la hora, subieron los  cabezas de tortuga y uno de los tipos que después fue tristemente famoso, que estaba  de civil en una  camioneta disparando, me  dijo: “te sobran asambleas”, y  me pegó con el palo en la espalda para  bajar las escaleras.
 Nos subieron al  micro y nos llevaron a la comisaria. Como dije, éramos las primeras, y allí fueron cayendo poco a poco compañeras y compañeros. Nos separaron hombres y  mujeres y nos tuvieron por horas paradas, sin movernos, si te movías te pegaban con un palo.
Nos ayudaron los presos comunes que nos acercaban galletas y nos gritaban cosas para darnos ánimo y chistes.
Las chicas estaban blancas pero se la bancaron, su preocupación eran sus hijos, ¿quién se iba a ocupar de ellos si les pasaba algo? ¿Cómo estarían? ¿Qué nos iba a pasar? En el patio de la  comi, se seguían escuchando sirenas, tiros  y las voces de alguna tele perdida que  hablaban del Fiorito y corría el  rumor de que  había  2  muertos.
 A eso de las 19 nos enteramos de que uno de los muertos podía llamarse Darío. Yo no lo podía creer, lloramos, lloramos y gritamos en el patio de la comisaria. Yo pensé que me derrumbaba y las cumpas me dijeron, no  Nancy, por favor.
Sacamos fuerzas todas, sacamos fuerzas, no sé de donde, teníamos que salir  y salimos. La protesta afuera crecía y la unión permitió que fuera un grito que pareció único de justicia, condena a los culpables políticos  y que nos  largaran de la cana. Salimos  muy tarde, me di el gusto  de escupir al tipo que nos encerró. Estábamos muy doloridas, yo  no lo podía creer. En la  puerta había  mucha  gente esperando, peleando…
 Al día siguiente fue una  de las  marchas  más  maravillosas y tristes de mi  vida, éramos muchas  y  muchos  bajo la lluvia , pero  no se sentía la lluvia. Éramos y estábamos juntos y  juntas.
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Palabras sobre Nancy, la feminista
Cumpas: este 1 de noviembre es y será para nosotras un día especial, estuvimos en la calle, en el congreso en una movilización popular luchando por algo que venimos haciendo hace más de 20 años, desde los movimientos de mujeres y feministas:  el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, soberanía sobre nuestros cuerpos.
A la vuelta recibimos el triste mensaje… se había muerto, luego de una larga enfermedad, la compañera Nancy S. Para las que la conocieron será una noticia impactante; para las que no la conocieron les comentamos que se fue una gran mujer, feminista, luchadora, combativa, sensible, la mejor.
Se  está por publicar un libro de su autoría; ya está en la imprenta y lo publica la editorial El Colectivo. Con varias cumpas del espacio de mujeres del FPDS hicimos un prólogo colectivo. Se los mandamos para compartir este momento de tristeza por su muerte y alegría por el nacimiento de este libro.

Palabras sobre Nancy, la poeta
 Nancy es una mujer bonita que sale a luchar, día a día, que se construye y que nos enseñó a organizarnos, a ser colectivo y no individuos, a ser compañeros y compañeras.  Nancy nos ayudó a darnos cuenta de lo desigual que funcionan las cosas para nosotras, que no hay sólo una forma de ser mujer y que tenemos que aceptarnos.
Leyendo sus poemas, escritos y cuentos encontrarán a nuestra escritora no sólo trazando cosas que imagina o describiendo momentos vividos para impedir que queden simplemente transitados en la memoria, sino que nos permite recuperarnos y repensarnos hoy a cada uno y a cada una en estas Pinturas del Alma
No es fácil para nosotras, que no desarrollamos como Nancy  el oficio de organizar palabras cotidianas para que ordenadas, como aparecen en las siguientes páginas, den cuenta de parte de nuestro recorrido como pueblo, de prácticas organizativas, de cómo nos sentimos las mujeres. Escritos que buscan reflejar un cotidiano transitado y nos permiten repensarnos de una forma diferente en esta búsqueda por transformarnos en eso que soñamos.
Todo lo que podamos decir de nuestra querida compañera Nancy  (“Snupy” como varias te decimos hace ya una década), quedan cortas en estas líneas,  en este intento de pensarte como una mujer  que ha logrado trascender en el corazón de todos y todas las que tenemos la satisfacción de conocerte.
Muchas cosas han quedado impresas en nuestra piel, cuerpo y alma: tus abrazos, tu aliento para seguir adelante, tu fuerza, tu alegría que nos sirve para contagiar a los que tenemos alrededor.
Y nos preguntamos: ¿Cómo te encontramos tocando la caja y cantando con las copleras? ¿Era otra Nancy? O era la misma?, enriquecida por la heterogeneidad, el arte, las empanadas diversas, los tamales, el locro en la casona de Humahuaca donde te escuchamos.
Ese ¿Cómo estás Negrita? acompañado por el gran abrazo contenedor y sincero. ¿Cómo están tus cosas? ¿Seguís con tu pareja? ¿y tus hijos/as y tus nietos/a?  Uniendo lo personal y político como hacemos las feministas.
Fuiste impulsora del encuentro de las mujeres, pusiste la semilla en el espacio de mujeres de los MTD y para nosotras estás… no importa si no podés venir a las reuniones o a las actividades. Creemos en las continuidades históricas, somos generosas con las historias, las rescatamos. Somos así, podemos seguir creciendo porque antes hubo mucho. Muuucha lucha, energía, muuuchos abrazos, afectos.
Cada geografía humana tiene sus precipicios y estos requirieron de la atención particular de Nancy en los últimos años, demandaron que su despertar periódico esté atravesado por incentivos como lo es el crecimiento libre de su hija Mailén, su apasionado amor por la lectura y la música,  su siembra digna de amistades y nuestra pelea constante contra el dolor.
Hoy estamos, colectivamente, retribuyendo abrazos.
No pueden con el amor y mucho menos con los sueños. Sueños que nos siguen marcando el camino y a los que no renunciamos. Gracias por enseñarnos a soñar “Snupy”.
Desde algún lugar de Nuestra América, en la primavera de 2011

Yani, Celi, Monchy, Zule, Flor y La Tana.