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miércoles, 22 de octubre de 2014

Caso Suárez-Leguizamón

El jefe de la Policía de la provincia fue imputado
 por “coacción” por amenazar a periodista

Julio César Suárez, jefe de la Policía de la provincia, fue imputado noche por el delito de “coacción”. La resolución la tomó el fiscal Alfredo Villegas, tras la denuncia presentada por el periodista de Canal 10, Dante Leguizamón, luego de ser amenazado por el máximo funcionario de la fuerza.



“Me voy a encargar de vos”. La frase, pronunciada por el jefe de la Policía de la provincia Julio César Suárez el viernes 15 de agosto, y dirigida al periodista de los SRT Dante Leguizamón, recorrió los medios locales y nacionales por la gravedad que implica que el máximo funcionario de la fuerza intimide a un trabajador de la prensa por realizar sus tareas.
Ese viernes, previo al fin de semana largo, el periodista se encontraba en el barrio Los Cortaderos, donde la Policía realizaba un “operativo saturación”, que algunos vecinos denunciaron como “brutal”. Días atrás, en el mismo barrio, un joven había sido asesinado en un presunto caso de “gatillo fácil”. La cobertura de los hechos desató el escándalo. Por la noche, a través de la cuenta oficial de Twitter de la Policía, Suárez trató de "mentiroso" a Leguizamón. Luego se dirigió “visiblemente molesto” hacia las instalaciones de Canal 10, pidiendo dialogar con el periodista, que ya no estaba en el lugar. Y allí comenzaron los insistentes llamados por teléfono celular: exigía reunirse inmediatamente con él. Y hasta llegó a decirle: “Vení a verme ya, o yo mismo me voy a encargar de vos”.
Al día siguiente, representado por el abogado Claudio Orosz, Leguizamón denunció penalmente al jefe de Policía. Suárez pidió disculpas, y Leguizamón aclaró que, si bien las aceptaba, el tema debería seguir los pasos de la justicia, ya que no se trataba de un entredicho entre dos ciudadanos, porque “Suárez es el representante de una institución pública con 25 mil hombres armados que tienen el deber de protegernos”.

Ataque a la libertad de expresión
Si bien tras el escándalo el jefe de la fuerza sostuvo públicamente que no quiso "ofender ni condicionar la actividad”, el fiscal provincial Alfredo Villegas resolvió imputarle el delito de “coacción”, la más grave de las tres opciones que tenía a disposición.
El delito de coacción es considerado grave: se interpreta como un ataque a la libertad de expresión, ya que con su acción, el jefe de policía habría intentado impedir que el periodista se expresara. Se considera que coacción implica la ejecución de un acto de  violencia física, psíquica o moral para obligar a una persona a decir o hacer algo contra su voluntad. La diferencia técnica radica en que, mientras que la coacción es todo ataque violento a la fase de ejecución de la voluntad, la amenaza, en cambio, es todo ataque a la fase de formación de la voluntad; en las coacciones el mal aparece como inminente, en tanto que en las amenazas el mal es futuro. La pena aplicable es la de prisión de 6 meses a 3 años, o multa de 6 a 24 meses, dependiendo de la gravedad de la coacción o de los medios que se empleen en la comisión del delito.
Por ello, es casi seguro que Suárez irá a juicio. En su momento el gobernador José Manuel De la Sota minimizó el episodio, y afirmó que entre Leguizamón y el periodista hubo “un malentendido”. Queda por verse ahora si el poder político provincial mantendrá al cuestionado Suárez en su cargo.

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