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domingo, 1 de febrero de 2015

Caso Ismael Sosa


La dinámica del “garrote” y el “gatillo fácil”
se sigue cobrando vidas en Córdoba

Por Mariano Pacheco (diario El Argentino-Córdoba)

Este lunes habrá movilizaciones en Córdoba y Buenos Aires, para exigir justicia por Ismael Sosa, el joven que apareció muerto en Villa Rumipal tras asistir a un festival de La Renga. El accionar de la Justicia, el silencio.
  
 
El domingo, la Fiscalía de Instrucción 1 de Río Tercero, a cargo de Andrea Heredia Hidalgo –en quien recayó la causa por la muerte de Ismael Sosa- allanó la comisaría de Villa Rumipal, la sede policial desde donde se llevó a cabo el operativo policial realizado el sábado 24 de enero por la noche, cuando el joven fue visto por última vez con vida mientras intentaba ingresar a un recital de La Renga en la localidad del Valle de Calamauchita, situada a 115 kilometros de esta capital. Según informó la funcionaria judicial, durante el transcurso de esta semana recibirá más testimonios e incluso, Victoria Aiello -la novia de Sosa- podría ser citada como testigo a la brevedad. Ambos habían viajado desde la localidad bonaerense de Libertad (distrito de Merlo) para asistir al recital de rock. Estuvieron juntos hasta que, como suele hacerse, fueron separados por criterio de género para ser revisados por los controles del lugar. Según comentaron algunos jóvenes que acudieron al recital, la policía actuó en esos retenes de un modo prepotente, en algunos casos violentos, golpeando incluso a algunos muchachos.
De allí que Nancy -madre de Ismael-, junto a la familia Sosa, insistan en el hecho de que hay testigos que aseguran haber visto, en el momento previo a ingresar al show, cómo un grupo de policías golpeaba a un joven. Ismael Sosa, de 24 años, permaneció desaparecido desde ese momento (24 de enero por la noche), hasta el lunes 26, cuando fue hallado muerto a unos 500 metros de la costa del club Náutico Caza y Pesca de Hernando, en Embalse de Río Tercero (aunque entonces se dijera que el cuerpo pertenecía a un NN).
Juan Borghi, abogado de la madre de Ismael, expresó el viernes pasado que “existen testimonios de personas que dicen haber visto al joven junto a autoridades policiales antes de su desaparición”. Así y todo, destacó que es prematuro hablar de responsabilidades ya que “existe secreto de sumario y no tenemos acceso al expediente”. A Radio América, su hermana Fiama, le dijo algo similar: “Mi hermano viajó con su novia y algunos amigos, pero su novia entró al recital y a él se lo llevó la policía”.

¿Modus operandi?
Este tipo de accionar violento por parte de la policía de la provincia no parece ser un caso aislado, sino más bien su modo de actuar. En la 8° Marcha de la Gorra, realizada en la capital provincial el pasado 20 de noviembre, miles de personas marcharon por la ciudad exigiendo un cambio en las políticas de seguridad. La última sesión de la Unicameral, en diciembre, fue postergada la aprobación del Nuevo Código de Convivencia, debido al masivo repudio manifestado por organizaciones sociales y políticas, junto con académicos y referentes del movimiento de de derechos humanos.

Juventud, rebeldías y rock
Desde el Colectivo de Jóvenes manifestaron que la “familia del rock” que se movilizará hoy para apoyar “a una familia que lucha por saber la verdad” quiere hacer oír su voz, ya que “ninguna razón es válida para que traten como nos tratan a quienes vamos a los recitales”. Por supuesto, los operativos de los recitales ya se han llevado varias vidas. La más emblemática en la posdictadura, la de Walter Bulacio, el joven arrestado por la Policía Federal en abril de 1991, mientras asistía a un festival de Los Redonditos de Ricota, y que luego fue encontrado muerto en la comisaría. El Indio Solari y Los Redondos, como referentes del rock, fueron duramente cuestionados en su momento por la falta de intervención al respecto. Algo similar está sucediendo ahora con La Renga, una banda que supo acompañar luchas populares y hacer de la independencia frente a las compañías discográficas y los grandes festivales un punto central de su resistencia cultural,
El Movimiento Evita, por su parte, también llamó a concentrarse a las 19 de hoy frente al Patio Olmos, y reclamó que tanto el gobernador De la Sota como el Poder Judicial y la Policía de Córdoba se hagan responsables y garanticen que el caso no quede impune. También exigieron el cese de la violencia Institucional en la provincia. Desde el Gobierno Provincial, en tanto, por ahora han optado por el “silenzio stampa”.


En simultáneo, Córdoba y Buenos Aires
Marcha para exigir Justicia por Ismael Sosa
 Mañana lunes, por la tarde, el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos convocó a concentrarse frente al Patio Olmos, desde las 19 horas, para exigir justicia por Ismael Sosa.



Ayer, por la mañana mientras el gobernador José Manuel de la Sota inauguraba el período de sesiones ordinarias 2015 de la Legislatura provincial, a unas cuadras de allí –en la intersección de Colón y General Paz–la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil –acompañados por el Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS), integrante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT)- se concentró en el lugar para denunciar la “política de persecución y criminalización de la juventud impulsada desde el gobierno de De La Sota, con su Código de Faltas y con su nueva versión, aún más represiva, que intentará sancionar durante este mes: el Código de Convivencia”. Según expresó el organismo a través de un comunicado, esperan se castigue “a los responsables” del asesinato de Sosa, así como de otros casos gatillo fácil y de represión policial que se vienen sucediendo en la provincia, que solo en 2014 se cobró la vida de nueve jóvenes.

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