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jueves, 8 de octubre de 2015

Córdoba: se realizó la 2° Marcha por el Derecho a la Salud Mental

Para que del dicho al hecho No haya tan largo trecho


Por Mariano Pacheco*





Pasadas las 19 horas la columna comenzó a transitar por Colón, desde Las Cañada hacia General Paz. Estaba comenzando la 2° Marcha por el Derecho a la  Salud Mental, que coincidió con el aniversario de la muerte de Ernesto Guevara en Bolivia, allá por 1967. Fecha cercana a los primeros planteos políticos que colocaron a las denominadas “minorías” (las mujeres, los jóvenes, los negros, los locos…”), en un lugar de importancia. 


Ese carácter “minoritario” (no por cantidad, sino porque se corren de la norma mayoritaria), podía verse en la movilización por la cantidad de colores y ritmos e intervenciones que se sucedían simultáneamente, a diferencia de las “clásicas” marchas protagonizadas–una excepción, por supuesto, es la Marcha de la Gorra– por las organizaciones y partidos políticos, donde predominan banderas que suelen ser todas iguales y las camionetas con micrófono y alguna chica o muchacho que impone sus canciones.


 Adelante, jóvenes con trajes e instrumentos de murgas, una camioneta con un sonido conectado y usuarios de instituciones psiquiátricas avanzaban con alegría, sabiendo –o tal vez intuyendo– que también en ese estar reunidos anida un núcleo de buen sentido y de salud mental. Algunos hacen chistes y comentarios jocosos respecto de “lo locos que están” y lo “incomprensible” que resulta todo desde la mirada “normal”.



FRENAR LA AVALANCHA
Florencia, que integra el Colectivo Cordobés de Psicólogos y Psicólogas Comunitarios, destaca en diálogo con este medio que la formación que muchos de ellos tuvieron en la facultad fue en el marco de la Cátedra de Intervención Comunitaria, “una materia electiva de la Universidad Nacional que tiene prácticas en los territorios, acompañando procesos y promoviendo la organización social por la lucha de los distintos derechos, entre ellos el de la salud entendida de modo integral”. Y agrega que así como “se necesitan profundizar las estrategias”, también, “se necesita sostenerlas con presupuesto, para promover salud en los espacios cotidianos que la gente habita”.


Daniela, estudiante de psicología y una de las organizadoras de la movilización, cuenta por su parte que la importancia de salir a las calles este año, porque entre la marcha de octubre del año pasado, y ésta, no hubo cambios. “Seguimos sin políticas públicas dirigidas a la verdadera transformación y asuma un paradigma más comunitario y humano de los servicios”. Oscar, finalmente, dice que participa de “casi todos los talleres” del Hospital Neuropsiquiátrico Provincial, que se sostienen desde la Asociación Civil Abracadabra, y el esfuerzo de múltiples talleristas que trabajan como voluntarios abriendo espacios de teatro, de radio, de cocina, de escritura… “Estamos en esta marcha para frenar esa avalancha que nos quiere condenar a vivir como en el Medioevo”, cuenta Oscar, y sigue su caminata hacia adelante, donde otros usuarios como él encabezan la columna de la marcha.


Pasadas las 20 horas la marcha ya está por la calle Vélez Sarsfield, frente al Patio olmos, donde el Colectivo de Teatro espontáneo, con todos sus integrantes vestidos de negro, realiza una intervención. A pocos metros, los estudiantes de la Cátedra Psicología Sanitaria B, que se encuentran realizando un “Acampe” en la Ciudad Universitaria, realizan otra intervención, pero todos vestidos de blanco y con mordazas en su boca. Desde el micrófono conectado a la camioneta que está adelante se escucha a alguien decir: “Hoy marchamos para que, del dicho al hecho, no haya un largo trecho”.


*Nota que será publicada en el diario El Argentino, edición Córdoba, el viernes 9 de octubre de 2015

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