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lunes, 10 de diciembre de 2018

QUIEREN DISCIPLINAR EL MOVIMIENTO POPULAR DE CARA A DICIEMBRE

Un posteo al paso


Por Mariano Pacheco
(@PachecoenMarcha)



Hoy se cumplen 35 años desde el "retorno de la democracia", período que muchos preferimos nombrar como "posdictadura" o "democracia de la derrota".
El culto al parlamentarismo burgués en estos días es fatal: fatal porque reduce la política al momento del voto, de la elección de los representantes que, según la propia Constitución Nacional, expropia la voluntad popular, que no puede "deliberar ni gobernar" sino a través de ellos (y ellas).
Está claro que el año que viene hay elecciones y que deberemos hacer los mayores esfuerzos por sacar del gobierno al Gato y sus ecuaces, con el frente electoral que sea que pueda reunir los votos necesarios para ganar.
Pero hay quienes pensamos que para agosto/octubre de 2019 falta una eternidad; y que, de irse este cipayo y sus perros falderos del gobierno antes, echados por una rebelión popular, el nuevo gobierno contará con un piso más alto para negociar incluso contra los enemigos del pueblo que están más allá (y más acá) de la Casa Rosada, las Casas de Gobierno en cada provincia y los Palacios Municipales en cada distrito del país.
El actual gobierno viene dando todas las señales de disciplinamiento necesario en un contexto de complicaciones económicas y a tan sólo un ño de aquellas expresión popular de bronca frente al Congreso.
No se trata de no "negociar" repartos de cuotas de beneficios para los sectores trabajadores, sobre todo para aquellos más postergados, más golpeados por el plan económico (eso está tan claro como la necesidad de ganar las próximas elecciones, a como sea. Resulta canalla acusar de funcionales a este gobierno a los movimientos sociales que lo hacen, ya que es una de sus funciones reivindicativas negociar con los gobiernos ayuda social, sobre todo en el contexto de las fiestas... sobre todo cuando quienes suelen hacer estas críticas no tienen la preocupación de ver qué poner en la mesa el 24 y el 31 de diciembre).
Pero la lucha reivindicativa, la lucha institucional, no puede ser el árbol que tape el bosque de una estrategia más general, más de largo plazo (que urge situar en estas coyunturas inmediatas) en las que el centro sea la rebelión ante las injusticias que padecemos, la afirmación de un poder popular instituyente que entienda que, con el pueblo en las calles, con un pueblo organizado y consciente, las bases para cualquier proceso de cambio serán mucho más elevadas.
Así como en su omento el Luche y Vuelve logró ser un símbolo de un proceso de lucha, y el Luche y se van una consigna inspiradora de un deseo de sacar a los milicos del gobierno, en este contexto --quizás-- el #Lucheysevan puede ser inspiración para imaginar otros horizontes de transformación.
"Ya se acerca noche buena, ya se acerca navidad. LIbertad a les compañeres que están presxs por luchar".
Con ellxs afuera y con el pueblo afuera de sus casas y de sus miedos, podremos impulsar un nuevo ciclo de resistencia.
Para ello deberemos abonar a la desobediencia, la insubordinación.
Para ello no tenemos que dejarnos disciplinar.

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