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lunes, 30 de diciembre de 2019

DÍAS DE RADIO: UNA ETAPA CORDOBESA QUE QUEDA ATRÁS


(Que no suene a despedida, aunque un poco lo sea)

Este año pude conversar con 35 personas y sus voces fueron difundidas cada martes por Radio Eterogenia y luego en formato audio, en el canal de Youtube de “PROFANAS PALABRAS. Pasado y presente de la Argentina y El Mundo”, un proyecto en el que me embarqué a inicios de 2019, cuando La luna con gatillo –proyecto que fundé a mediados de 2015-- pasó a La quinta pata, radio comunitaria del barrio cordobés de San Vicente, y comenzó a ser trabajado colectivamente por todo el grupo que se fue conformando en los años anteriores, en el que además se fundó un Blog y luego un Portal (proyecto del que sigo participando, aunque no en la conducción radial). Varios de estos audios del programa PROFANAS PALABRAS son conversaciones y entrevistas que fueron publicadas (como notas), asimismo, en la revista Zoom, donde empecé a trabajar en 2016 y sigo en la actualidad, tras la interrupción de algunos meses durante 2018. No quisiera dejar de agradecer a Pablo Cervigni, por el riguroso trabajo con los audios, a Ignacio Fassi y Graciana Paz, por sumar sus voces para elaborar los separadores artísticos y al Pelado Rodríguez , que desde Alta Gracia y con su pasión radial, siempre contribuyó y alentó para que estos proyectos se llevaran adelante.
Llegué a Radio Eterogenia a través de mi amigo Omar Hefling, que me recomendó presentar un proyecto y hablar con su director, Guillermo Guerra, quien de entrada me recibió no sólo con amabilidad sino con una enorme generosidad (recuerdo que a esa primera reunión fui con “El Turco” Diego Abú Arab –oriundo de la Zona Sur del Conurbano, residente de Entre Ríos, quien ese día se encontraba de casualidad de visita en Córdoba--, que fue además quien realizó las primeras gráficas para difundir La luna con gatillo). Además de programa de radio (que se sostuvo 4 temporadas en la radio, con las voces presentadoras de Hefling, Jorge Villegas y Flor Gordillo), La luna pasó a conformarse como Colectivo Cultural y con varias personas que pasaron por esta experiencia (algunes permanecen) nos conocimos allí en Eterogenia: Mariela Díaz, Ludmila Ludueña, Andrés Nicotra Farías… Con otres nos fuimos encontrando en otros caminares y también sumaron sus aportes y pasaron por esos estudios: Germán Simón, María Florencia (con esas gráficas que ya son una marca inigualable del proyecto), Tomás Astelarra, Lea Ross, El Mati Magnano, Iván Garzón, Marisa Emilia Francia (también en sus inicios Carli, y Carla Lorenzo), además de quienes estuvieron ahí cada mes con sus columnas: Lisandro Barrionuevo, Santiago San Paulo, Anabe Lla y Mercedes Ferrero, Facu Parés, Nadya del Bosque Lucre Cuello, Damián Lobos, Sergio Fernando Job, Fer Vanoli y Noe Cejas, Carlos Bergliaffa (con quien compartimos la conducción del programa durante un año) e integrantes del FOCCOF y del COPENCE (Santi Buraschi, Lisandro Levstein, Pablo Díaz) y los aportes telefónicos de Jorje “Chiqui” Falcone, Carlos Aznárez, Gonzalo Aguilar y Diego Sztulwark).
Como decía, el proyecto de La luna con gatillo sigue, aunque desde fines de 2018 el programa de radio ya no se emite por Eterogenia ni yo sigo vinculado al programa.
Así que continúo con Eterogenia: no quisiera dejar de destacar que su estudio de radio ofició como un auténtico lugar de encuentro. Eso tiene de lindo el periodismo (en general), la radio (en particular): te permite conocer personas, conversar, establecer diálogos, polémicas, descubrir cosas nuevas en la vida.
Claro que estos proyectos radiales surgieron en un contexto muy específico: a mediados de 2015 se entreveía que podía, o bien seguir gobernando el peronismo pero con un presidente como Scioli o bien asumir Macri. En ambos casos entendí que iba ser necesario fortalecer “trincheras comunicacionales”, y en Córdoba, los pocos espacios en los que se podía intervenir comenzaban a achicarse aún más. De allí la importancia que para mí –como para muches otres, supongo--, tuvo Eterogenia durante estos cuatro años y medio (mi especial reconocimiento a “los becarios”, trabajadores precarizados por el Estado Municipal: el ya mencionado Nicotra, Dante De Noia, Facundo Iglsias, Ale y Juan… de quienes no recuerdo sus apellidos).
No sé que pasará con Eterogenia de ahora en más, pero por mi parte, considero cerrado mi ciclo de intervención radial, al menos en Córdoba.
Por eso, quisiera manifestar mi profunda gratitud para todas aquellas, para todos aquellos que hicieron posible llevar adelante estas iniciativas radiales, y atravesar de un modo más ameno los años macrista.
Porque como decía Deleuze, sin un posible... me ahogo. Y qué duda cabe que en estos años, las trincheras radiofónicas (tanto La luna con gatillo como Profanas Palabras) fueron un gran posible, un aquí y ahora de rebelión de las palabras.


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