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viernes, 24 de enero de 2020

Althusser y los islotes de comunismo


Los movimientos populares, las formas democráticas y eficaces de organización y los islotes de comunismo


Terminé de leer EL PORVENIR ES LARGO, la tremenda autobiografía de Louis Althsser. Es un relato realmente conmovedor, duro, durísimo.
Alguna vez, mi amigo Esteban me había prestado este libro, pero se lo devolví sin leerlo completo. Al leerlo entero, en estos días, subrayé unos párrafos secundarios al núcleo biográfico del texto, pero que me parece contribuyen a establecer hoy algunas discusiones entre las militancias populares Latinoamericanas, sobre todo la de los Movimientos Sociales (o más bien, Populares). Son las mismas líneas sobre las que conversamos largo y tendido, hace 15 años, con el amigo Alzueta. Y al releerlas, descubro cuán importante han sido para mi formación teórico-política esas conversaciones.
Aquí, entonces, las líneas de Althusser sobre los “islotes de comunismo”:

No sé si la humanidad conocerá nunca el comunismo, aquella visión escatológica de Marx…
Mantuve entonces la idea de que los islotes de comunismo existen desde hoy, en los intersticios de nuestra sociedad, allí donde no reinan relaciones mercantiles y por lo tanto de relaciones de explotación de clase y de dominación de Estado.
Creo que existen verdaderamente en nuestro mundo presente muy numerosos círculos de relaciones humanas de las que toda relación mercantil esta ausente.
¿Por qué vía aquellos intersticios de comunismo pueden ganar el mundo entero? Nada puede preveerlo; en cualquier caso no puede ser a través del ejemplo de la vía soviética. ¿Será por la toma del poder del Estado? Sin duda, pero este acto introduce al socialismo (de Estado, necesariamente de estado) que es la mierda. ¿Será entonces por el debilitamiento del Estado? En efecto, pero en un mundo capitalista-imperialista cada vez más asentado en sus bases y que convierte la toma de poder del Estado en precaria, si no ilusoria, ¿cómo considerar un debilitamiento del Estado? No son seguramente la descentralización de Gastón Deffere ni las consignas estúpidas de nuestros nuevos liberales a lo Reagan o a lo Chirac las que nos desembarazarán de un estado indispensable para la dominación de la hegemonía capitalista-internacionalista burguesa. Si hay esperanza está en los movimientos sociales de masas, en los cuales (gracias a Hélène, entre otros) siempre he pensado que reside la primacía sobre sus organizaciones políticas. Ciertamente vemos desarrollarse en el mundo movimientos de masas desconocidos e impensados por Marx (por ejemplo en la América Latina, incluso en el seno de una Iglesia tradicionalmente reaccionaria, bajo los auspicios del movimiento de la teología de la liberación, o en la misma Alemania con los Verdes, o en Holanda, que se negó a recibir al papa como él le hubiera gustado).
¿Pero acaso estos movimientos no corren el riesgo de caer bajo la ley de organizaciones sin las que ciertamente no pueden pasarse pero que no parecen haber descubierto aún -insertas como están en la tradición y los modelos marxistas-socialistas existentes- una forma adecuada de coordinación sin dominación jerárquica? En cuanto a esto no soy optimista, pero me remito a esta frase de Marx: de todas maneras, "la historia tiene más imaginación que nosotros", de todas maneras estamos reducidos a pensar "por nosotros mismos". No, no me adhiero a la frase de Sorel recogida por Gramsci: el escepticismo de la inteligencia más el optimismo de la voluntad. No creo en el voluntarismo en la historia. Por el contrario, creo en la lucidez de la inteligencia y en la primacía de los elementos populares sobre la inteligencia. A ese precio, puesto que la inteligencia no es la instancia suprema, puede seguir a los movimientos populares, fundamentalmente y ante todo para evitarles recaer en las aberraciones pasadas y ayudarles a encontrar formas de organización verdaderamente democráticas y eficaces. Si, a pesar de todo, podemos concebir alguna esperanza de ayudar a desviar el curso de la historia, sólo será por eso y nada más que por eso. En cualquier caso, nunca mediante los sueños escatológicos de una ideología religiosa que está a punto de hacernos estallar a todos”.

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