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jueves, 16 de enero de 2020

Sobre el film de Netflix Los dos Papas


ESTO NO ES UNA CRÍTICA DE CINE

Por Mariano Pacheco
(Posteo de Facebook)


Anoche vi LOS DOS PAPAS, el emblemático y controvertido film de Netflix protagonizado por Anthony Hopkins y Jonathan Pryce interpretando al Papa Benedicto XVI y al Papa Francisco (respectivamente). Como en EL IRLANDÉS, se conforma una dúo dinámico, pero uno se lleva la mayoría de los laureles (en este caso Hopkins, en el primero Robert De Niro).
También la película del brasileño Fernando Meirelles, como la de Martin Scorsese, contiene pasajes humorísticos muy bien logrados, en medio de un entramado más bien dominado por temáticas “serias”.
Más allá de lo que se pueda pensar de la religión en general, del catolicismo en particular, del papado y del Vaticano, creo que éste es un gran film, y vale la pena mirarlo, en momentos de gran declinación de las películas y auge de las series. Claramente, el trasfondo “real” de la historia no es sinónimo de realismo, aunque la mayoría de las escenas centrales de la película son verosímiles, y en algunos casos, terriblemente verosímiles (como el momento de “confesión” entre Razinger y Bergoglio, respecto de sus responsabilidades respecto de los crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura argentina y las violaciones de menores por parte de sacerdotes en todo el mundo, que culmina con perdón entre ambos).
Sin lugar a dudas, el film vuelve sobre un tema incómodo y fundamental para quienes no somos religiosos: ¿qué hacer frente a un fenómeno que conmueve multitudes en todo el mundo?
Sin dejar de tener en cuenta el telón de fondo de obediencia y lógica de sumisión del rebaño frente al padre (sea sacerdote, cristo o la mismísima presencia divina), la película muestra a las claras que el cristianismo no ha sido siempre igual a sí mismo, y que supo muy bien adaptarse a los cambios que fueron aconteciendo. De allí el “tercermundismo” de los años setenta; y de allí también la crueldad con la que supieron resolver esos cambios (un jesuita puede quitarle cobertura a otro jesuita, y exponerlo a al tortura, e incluso el asesinato, pero lo que no puede permitir es la falta de disciplina y obediencia, puede verse en el film sobre el accionar de Bergoglio después de 1976).
En fin, el film también ayuda a leer entre líneas aquello que no se dice ni se muestra: los curas villeros no tienen nada que ver con el movimiento de sacerdotes inscriptos en la teología de la liberación.

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