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viernes, 11 de octubre de 2024

Murió Carlitos Eichelbaum, esas figuras silenciosas capaz de marcar una vida


  

Hace años no sabía nada de él, hasta que anoche, por wsp, un compañero me dio la noticia. Recién vi el msj, ya tarde para asistir a despedirlo y pero ciertos recuerdos gratos de aquellos años (2002, 2003, 2004…) no dejaron de asaltarme.

 

Hace un rato me recordaron que hoy me realizan una entrevista a propósito de mi libro “2001. Odisea en el Conurbano”, y reparo que allí Carlos no aparece mencionado. “¡Que injusticia!”, me dije, y al instante, rememorando, me sorprendí al descubrir que a Carlos lo conocí inmediatamente después de aquel diciembre. No fue tanto el tiempo que compartimos, pero como en todo período intenso en la vida política y cultural de un pueblo, pocos momentos quedan grabados en la memoria como si fuesen un montón.

 

Carlitos había sido periodista de Clarín (diario en el que siguió trabajando hasta jubilarse en 2009) durante la dictadura, en la sección internacionales. Recuerdo que cuando me lo mencionó le conté que durante mis primeros pasos en la militancia, los montoneros silvestres de la zona sur me habían contado que la sección internacionales de Clarín era fuente de información para ellos, que buscaban enterarse qué pasaba en otros sitios (entonces, foco puesto en Nicaragua e Irán).

 

Muchos conocían la importante historia cultural de su familia, con un abuelo y padre escritores, éste último amigo de Gardel. Incluso creo que por algunos años vivieron en Francia. Menos conocido era su paso por el Peronismo de Base.

 

Carlitos se acercó después de la insurrección de diciembre, y acompañó la conformación de un área de Prensa de uno de los MTD de la Coordinadora Aníbal Verón, el de Almirante Brown, donde yo vivía y militaba. Recuerdo algunas reuniones en mi departamento del barrio Don Orione, papelógrafos pegados en la pared, hablando del concepto de alienación en Marx, tomando mate y compartiendo reflexiones sobre el manual de prensa popular de la época del Chile de Allende que nos había acercado a “los piqueteros” de la zona sur del conurbano en aquellos primeros años dos mil.

 

Después compartimos la experiencia del lanzamiento del Portal Prensa de Frente, nombre elegido por su amigo Lucho Soria, que nos traía el nombre de Cooke desde el subsuelo de la historia.

 

Me quedo con esa imagen, sería el año 2004, cuando vi a Carlitos preparar en un breve rato una nota para Clarín. Le dije que admiraba ver como armaba un texto en tan poco tiempo, porque a mí me llevaba a veces días escribir dos carillas. “Es cuestión de oficio –me respondió. Al principio parece difícil pero después lo haces como si nada”. Entonces me pareció una utopía, y ahora me sorprendo tipeando estas líneas en un breve rato.

 

¡Gracias Carlitos por sostener la antorcha encendida! Y por inspirar a las nuevas generaciones.

 Mariano Pacheco, viernes 11 de octubre de 2024

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