Publicada este mes en la revista SUDESTADA
No se puede más que saludar y recomendar la reciente
publicación de este libro, en su versión en español, que cuenta con un prólogo
escrito por el autor el año pasado, en nuestro idioma. Esta edición está además
traducida y cuenta con un prefacio de Fermín Rodríguez, un argentino que
escribió, según mi parecer, uno de los mejores libros de crítica de los últimos
años: Un desierto para la nación.
Inscripto en el legado de su maestro Raymond Williams, quien
escribió esa otra obra fundamental (Marxismo y literatura), este ensayo de
Terry Eagleton se publicó por primera vez en 1976, y tal como aclara su autor,
apenas unos años después, “el clima cultural del que este libro extrajo su
fuerza se había alterado drásticamente”.
En medio de la “inmediatez” y la “avidez de novedad” (como
diría Martin Heidegger), que caracteriza nuestra “era tecnológica”, un libro
como este nos ayuda a abrir una gieta, un paréntesis en nuestra cotidianeidad,
teniendo en cuenta, además –como subraya Rodríguez en el prefacio– que “la
relación del arte con la realidad socio-política no es directa, ni los efectos
políticos ideológicos de una lectura crítica son inmediatos”. Quienes deseamos
(y obramos en consecuencia) con la construcción de otro mundo (socialista o
como se llame a la sociedad que pueda erigirse luego de la emancipación del
capital y las distintas formas de opresión contemporánea), no podemos más que
alegrarnos con puesta en circulación de un texto como este, ya que como el
propio Eagleton comenta, si bien “el marxismo ha sufrido en nuestros días la
derrota más importante de su turbulenta historia”, las ideas marxistas “han
sobrevivido tenazmente a la práctica política”.
El mundo ha cambiado notablemente en las últimas cuatro
décadas, es cierto, pero así y todo, parece no perder actualidad aquella
legendaria frase escrita por Jean Paul Sartre en su Crítica de la razón
dialéctica: “el marxismo, lejos de estar agotado… sigue siendo, pues, la
filosofía de nuestro tiempo; es insuperable porque aún no han sido superadas
las circunstancias que lo engendraron”. Su historia misma está atravesada por
reflexión sobre militancia y escritura: los escritos de Marx y Engels, el
clásico Literatura y revolución de León Trotsky, los textos de Mao (además poeta);
Literatura y vida nacional, de Antonio Gramcsi; Siete ensayos de interpretación
de la realidad peruana, de José Carlos Mariátegui… Walter Benjamin, Michel
Foucault, Gilles Deleuze...
En fin, Marxismo y crítica literaria contribuye fecundamente
al ejercicio del pensamiento crítico, tan necesario en nuestros días.
Mariano Pacheco
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