La dinámica del “garrote” y el “gatillo
fácil”
se sigue cobrando vidas en Córdoba
Por Mariano Pacheco (diario El Argentino-Córdoba)
Este
lunes habrá movilizaciones en Córdoba y Buenos Aires, para exigir justicia por
Ismael Sosa, el joven que apareció muerto en Villa Rumipal tras asistir a un
festival de La Renga. El accionar de la Justicia, el silencio.
El
domingo, la Fiscalía de Instrucción 1 de Río Tercero, a cargo de Andrea Heredia
Hidalgo –en quien recayó la causa por la muerte de Ismael Sosa- allanó la
comisaría de Villa Rumipal, la sede policial desde donde se llevó a cabo el
operativo policial realizado el sábado 24 de enero por la noche, cuando el
joven fue visto por última vez con vida mientras intentaba ingresar a un
recital de La Renga
en la localidad del Valle de Calamauchita, situada a 115 kilometros
de esta capital. Según informó la funcionaria judicial, durante el transcurso
de esta semana recibirá más testimonios e incluso, Victoria Aiello -la
novia de Sosa- podría ser citada como testigo a la brevedad. Ambos habían
viajado desde la localidad bonaerense de Libertad (distrito de Merlo) para
asistir al recital de rock. Estuvieron juntos hasta que, como suele hacerse,
fueron separados por criterio de género para ser revisados por los controles
del lugar. Según comentaron algunos jóvenes que acudieron al recital, la
policía actuó en esos retenes de un modo prepotente, en algunos casos
violentos, golpeando incluso a algunos muchachos.
De
allí que Nancy -madre de Ismael-, junto a la familia Sosa, insistan en el
hecho de que hay testigos que aseguran haber visto, en el momento previo a
ingresar al show, cómo un grupo de policías golpeaba a un joven. Ismael Sosa,
de 24 años, permaneció desaparecido desde ese momento (24 de enero por la noche),
hasta el lunes 26, cuando fue hallado muerto a unos 500 metros de la costa del
club Náutico Caza y Pesca de Hernando, en Embalse de Río Tercero (aunque
entonces se dijera que el cuerpo pertenecía a un NN).
Juan
Borghi, abogado de la madre de Ismael, expresó el viernes pasado que “existen
testimonios de personas que dicen haber visto al joven junto a autoridades
policiales antes de su desaparición”. Así y todo, destacó que es prematuro
hablar de responsabilidades ya que “existe secreto de sumario y no tenemos
acceso al expediente”. A Radio América, su hermana Fiama, le dijo algo similar:
“Mi hermano viajó con su novia y algunos amigos, pero su novia entró al recital
y a él se lo llevó la policía”.
¿Modus operandi?
Este
tipo de accionar violento por parte de la policía de la provincia no parece ser
un caso aislado, sino más bien su modo de actuar. En la 8° Marcha de la Gorra,
realizada en la capital provincial el pasado 20 de noviembre, miles de personas
marcharon por la ciudad exigiendo un cambio en las políticas de seguridad. La
última sesión de la Unicameral, en diciembre, fue postergada la aprobación del
Nuevo Código de Convivencia, debido al masivo repudio manifestado por
organizaciones sociales y políticas, junto con académicos y referentes del movimiento
de de derechos humanos.
Juventud, rebeldías y rock
Desde
el Colectivo de Jóvenes manifestaron que la “familia del rock” que se
movilizará hoy para apoyar “a una familia que lucha por saber la verdad” quiere
hacer oír su voz, ya que “ninguna razón es válida para que traten como nos
tratan a quienes vamos a los recitales”. Por supuesto, los operativos de
los recitales ya se han llevado varias vidas. La más emblemática en la
posdictadura, la de Walter Bulacio, el joven arrestado por la Policía Federal
en abril de 1991, mientras asistía a un festival de Los Redonditos de Ricota, y que luego fue encontrado muerto en la
comisaría. El Indio Solari y Los Redondos,
como referentes del rock, fueron duramente cuestionados en su momento por la
falta de intervención al respecto. Algo similar está sucediendo ahora con La Renga, una banda que supo acompañar
luchas populares y hacer de la independencia frente a las compañías
discográficas y los grandes festivales un punto central de su resistencia
cultural,
El Movimiento Evita, por su parte, también llamó a concentrarse a las 19 de hoy
frente al Patio Olmos, y reclamó que tanto el gobernador De la Sota como el
Poder Judicial y la Policía de Córdoba se hagan responsables y
garanticen que el caso no quede impune. También exigieron el cese de la
violencia Institucional en la provincia. Desde el Gobierno Provincial, en
tanto, por ahora han optado por el “silenzio stampa”.
En simultáneo, Córdoba y Buenos Aires
Marcha para exigir Justicia por Ismael
Sosa
Mañana
lunes, por la tarde, el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos convocó a
concentrarse frente al Patio Olmos, desde las 19 horas, para exigir justicia
por Ismael Sosa.
Ayer,
por la mañana mientras el gobernador José Manuel de la Sota inauguraba el
período de sesiones ordinarias 2015 de la Legislatura provincial, a unas cuadras de
allí –en la intersección de Colón y General Paz–la Coordinadora de
Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil –acompañados por el Partido de los
Trabajadores por el Socialismo (PTS), integrante del Frente de Izquierda y
de los Trabajadores (FIT)- se concentró en el lugar para denunciar la “política
de persecución y criminalización de la juventud impulsada desde el gobierno de
De La Sota, con su Código de Faltas y con su nueva versión, aún más represiva,
que intentará sancionar durante este mes: el Código de Convivencia”. Según
expresó el organismo a través de un comunicado, esperan se castigue “a los
responsables” del asesinato de Sosa, así como de otros casos gatillo
fácil y de represión policial que se vienen sucediendo en la provincia,
que solo en 2014 se cobró la vida de nueve jóvenes.