Comparto un extracto de las "conversaciones" con María Pía López y Diego Tatián que Deodoro (la revista cultural de la Univ. Nac de Córdoba), va a publicar en los próximos días...
¿Profundización del
modelo?
Pía López sostiene que
el kichnerismo es “un
conjunto de medidas de gobierno que, a medida que aumentan su conflictividad,
aumenta también su caudal militante, fortalece su identidad y su caudal
electoral”. Por eso lo define como “un
movimiento extraño que se va generando al calor de los hechos, constituyendo
fuerza propia a medida que aumentan los conflictos”. En ese sentido, aclara, “la consigna de profundizar los cambios, no
la veo descartada, aunque no se anuncia como tal. Porque en el último tiempo
son otros los enunciados que aparecen en el discurso de Cristina –y digo
Cristina porque es la enunciadora central y casi única del kichnerismo, que
después atraviesan el campo político–. En los últimos tiempos operó un
desplazamiento discursivo, que tendió a plantear el problema de la Nación por
sobre las otras cosas, incluso con la idea de la patria, de la solidaridad, que
me parece que tienen que ver con una idea que parte de que es posible gobernar,
no centrando la gobernabilidad en el aspecto conflictivista, que sí es el
aspecto de una elección, en la cual tenés que decir que vos representas una
parte distinta a la otra parte, sino que como presidenta hace una apelación al
conjunto, poniendo énfasis en todos, por ejemplo, ´la presidenta de todos los
argentinos´ o ´la patria es el otro´, son enunciados que hacen a esta dinámica.
Pero al mismo tiempo, no deja de producir hechos conflictivistas”. Para cerrar su idea sobre el desplazamiento
discursivo, Pía pone el ejemplo de la designación del nuevo Papa: “Fijate,
se saca una foto con Bergoglio y en medio de la conciliación universal saca la
Ley de Reforma de la Justicia”.
Más allá del desarrollismo…
Tatián: “Es la expectativa de muchos de nosotros que hemos sido transformados por este proceso, que es obviamente capitalista (de un tipo de capitalismo, que a diferencia de otros tiende a ser inclusivo), pero que tiene una dimensión de aventura, muy importante. Todo el proceso actual, regional, latinoamericano tiene esas características. Uno de los horizontes es que todo esto desemboque en algún tipo de socialismo. La gran diferencia con el 73 es que ahora hay dos términos, que son socialismo y democracia, que antes estaba reñidos, ahora marchan de la mano. La democracia como vía de construcción socialista que todos hoy, razonablemente, podemos alentar, a diferencia de 1973, cuando en el centro de la escena estaba la perspectiva de la revolución. Hay experiencias que tienen en sus nombres la palabra socialismo, como la de Bolivia, o la de Venezuela, que más nítidamente están produciendo cambios sustantivos, con un tipo de institucionalidad democrática. Eso aparece como novedoso, y da cuenta de que se ha tomado nota de una derrota histórica en cuanto a la construcción del socialismo. Y me parece que en Argentina estamos también en ese horizonte de posibilidades, por su puesto sin ningún tipo de garantías, porque el mismo proceso puede devenir en lo contrario de sí, bajo ciertas circunstancias. Por eso el trabajo fundamental de que la actual experiencia “nacional y popular” se abra a la interlocución con un conjunto de movimientos sociales que están políticamente activos, que vienen de otras tradiciones, por ejemplo la autonomista, que ha tenido una desconfianza atávica hacia el Estado, pero me parece que ese diálogo, entre tradiciones y realidades diferentes de entender la política, es fundamental”.
Mariano, te dejo acá un post que escribimos en estos días, a propósito del triste devenir de los intelectuales kirchneristas.
ResponderEliminarhttp://apuntesdefrontera.blogspot.com.ar/2013/05/diez-anos-de-kirchnerismo-el-triste.html
saludos cordiales
Eduardo