Militantes sociales fueron detenidos
e interrogados por sus tareas comunitarias
Por Mariano Pacheco
(diario El
Argentino-Córdoba)
Ante un nuevo caso
de abuso policial y violencia institucional, por el que ocho jóvenes fueron
detenidos en la madrugada del miércoles, sacerdotes de la Iglesia Católica, Caritas,
abogados y movimientos sociales se reunieron para pronunciarse contra el Código
de faltas.
Un grupo de jóvenes
conversa en una esquina del barrio Suárez mientras toman una gaseosa. El límite
horario entre el fin del martes y el inicio del miércoles es difuso. Lo que no
es difuso. Según su relato, es la siguiente secuencia: un móvil policial se
detiene, un agente armado los obliga a someterse a un control y luego solicita
refuerzos. En pocos minutos llegan otros tres móviles y cuatro motos. Los
jóvenes son trasladados primero a la Comisaría 10° y luego a la UCA costanera,
donde fueron interrogados por el trabajo barrial comunitario que vienen
realizando con el Encuentro de Organizaciones y la parroquia del barrio. Mercedes
Ferrero, una de las voceras del EO, consideró “sumamente grave” que la policía “persiga
y detenga a los activistas del barrio” y comentó, en diálogo con este diario,
que son ellos quienes vienen haciendo todo un trabajo “de contención y
solidaridad con los pibes del barrio, a partir de la recuperación del Club
Suárez”.
Según les dijo la
policía, los detenían porque eran sospechosos del robo a un taxi en las
inmediaciones de la Clínica Vélez Sarfiel. Sin embargo, cuando la abogada
Mercedes Arici se comunicó con la Unidad Judicial 5°, donde se receptan las
denuncias por delito, le confirmaron que “ningún detenido por delito había
ingresado en toda la noche”. Los jóvenes denunciaron que sus celulares
personales y otras pertenencias que tenían encima les fueron robadas por la
policía.
Las “razzias”, los “operativos
saturación”, vienen siendo una práctica desarrollada por la Policía de la
provincia, cuestionada por distintos sectores sociales que vienen asimismo
reclamando la derogación del Código de Faltas y no su simple modificación en
tanto “Nuevo Código de Convivencia”.
Soy de la esquina
Hermética, la
legendaria banda de heavy metal argentino, compuso alguna vez una canción que
tituló “Soy de la esquina”. Decían, allí, que la amistad en los sectores
populares tenía mucho que ver con las esquinas de los barrios. Algo de eso dejó
entrever uno de los jóvenes detenidos –que no quiso revelar su identidad por
“miedo a represalias”- cuando ante este diario sostuvo: “¿Dónde están los
amigos? ¡En la esquina! ¿O es que los policías no tienen amigos?” Para este
joven, que trabaja en la construcción y casi pierde su trabajo porque lo
liberaron recién a las 11 de la mañana, los policías, porque “llevan un
uniforme azul, se creen dueños de Córdoba”.
Repudio de la Iglesia católica
“El Código de Faltas criminaliza la pobreza”
Entrevista con el sacerdote Marcos García
En diálogo con este medio,
el padre Marcos García comentó que (anoche) se reunirían con el espacio que
integran sacerdotes de distintas jurisdicciones de la provincia, junto a
Caritas, abogados y movimientos sociales, que viene teniendo encuentros
mensuales, para avanzar en la redacción de un pronunciamiento público sobre los
casos de abuso policial y violencia institucional que se vienen produciendo. “Estamos
muy preocupados por lo viene sucediendo. Lo que pasó esta vez con estos chicos
del Encuentro de organizaciones es muy grave. En Córdoba ellos tienen un
compromiso admirable con la problemática de Tierra, Techo y Trabajo, las tres T
de las que el Papa Francisco ya habló en los dos encuentros mundiales que mantuvo
con movimientos populares”, destacó el sacerdote, para quien “la violencia que
ejerce el Estado a través de la policía no puede sino ser repudiada, porque
rompe el tejido social sin resolver tampoco los problemas de inseguridad”. Para
el cura García, asistimos a un momento en donde “se manipula el miedo de la
gente aplicando políticas que no son respetuosas de los derechos de las
personas, que están en la Constitución Nacional pero no se llevan adelante en
Córdoba, donde el Código de Faltas criminaliza la pobreza”. El sacerdote
destacó que, si bien ellos están “disponibles para todos”, no pueden permanecer
indiferentes “a la violencia terrible a la que se vienen visto expuestos los
sectores más vulnerables de la población, sobre todo los jóvenes, que por usar
gorra o ser morochos son tratados como choros”. Por último, García adelantó a
este medio que es probable que esta semana se haga público “el pronunciamiento
que estamos elaborando entre Caritas, la Pastoral Social, la Cooperativa de
Carreros y Recicladores La Esperanza, el Encuentro de Organizaciones y los
sacerdotes”, y también recordó “que la preocupación por esta situación está
presente incluso en el arzobispo de Córdoba”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario