miércoles, 2 de septiembre de 2015

Córdoba: siguen las "razzias" policiales

Militantes sociales fueron detenidos
e interrogados por sus tareas comunitarias


Por Mariano Pacheco
(diario El Argentino-Córdoba)


Ante un nuevo caso de abuso policial y violencia institucional, por el que ocho jóvenes fueron detenidos en la madrugada del miércoles, sacerdotes de la Iglesia Católica, Caritas, abogados y movimientos sociales se reunieron para pronunciarse contra el Código de faltas.
  


Un grupo de jóvenes conversa en una esquina del barrio Suárez mientras toman una gaseosa. El límite horario entre el fin del martes y el inicio del miércoles es difuso. Lo que no es difuso. Según su relato, es la siguiente secuencia: un móvil policial se detiene, un agente armado los obliga a someterse a un control y luego solicita refuerzos. En pocos minutos llegan otros tres móviles y cuatro motos. Los jóvenes son trasladados primero a la Comisaría 10° y luego a la UCA costanera, donde fueron interrogados por el trabajo barrial comunitario que vienen realizando con el Encuentro de Organizaciones y la parroquia del barrio. Mercedes Ferrero, una de las voceras del EO, consideró “sumamente grave” que la policía “persiga y detenga a los activistas del barrio” y comentó, en diálogo con este diario, que son ellos quienes vienen haciendo todo un trabajo “de contención y solidaridad con los pibes del barrio, a partir de la recuperación del Club Suárez”.
Según les dijo la policía, los detenían porque eran sospechosos del robo a un taxi en las inmediaciones de la Clínica Vélez Sarfiel. Sin embargo, cuando la abogada Mercedes Arici se comunicó con la Unidad Judicial 5°, donde se receptan las denuncias por delito, le confirmaron que “ningún detenido por delito había ingresado en toda la noche”. Los jóvenes denunciaron que sus celulares personales y otras pertenencias que tenían encima les fueron robadas por la policía.
Las “razzias”, los “operativos saturación”, vienen siendo una práctica desarrollada por la Policía de la provincia, cuestionada por distintos sectores sociales que vienen asimismo reclamando la derogación del Código de Faltas y no su simple modificación en tanto “Nuevo Código de Convivencia”.


Soy de la esquina
Hermética, la legendaria banda de heavy metal argentino, compuso alguna vez una canción que tituló “Soy de la esquina”. Decían, allí, que la amistad en los sectores populares tenía mucho que ver con las esquinas de los barrios. Algo de eso dejó entrever uno de los jóvenes detenidos –que no quiso revelar su identidad por “miedo a represalias”- cuando ante este diario sostuvo: “¿Dónde están los amigos? ¡En la esquina! ¿O es que los policías no tienen amigos?” Para este joven, que trabaja en la construcción y casi pierde su trabajo porque lo liberaron recién a las 11 de la mañana, los policías, porque “llevan un uniforme azul, se creen dueños de Córdoba”.


Repudio de la Iglesia católica
“El Código de Faltas criminaliza la pobreza”
Entrevista con el sacerdote Marcos García

En diálogo con este medio, el padre Marcos García comentó que (anoche) se reunirían con el espacio que integran sacerdotes de distintas jurisdicciones de la provincia, junto a Caritas, abogados y movimientos sociales, que viene teniendo encuentros mensuales, para avanzar en la redacción de un pronunciamiento público sobre los casos de abuso policial y violencia institucional que se vienen produciendo. “Estamos muy preocupados por lo viene sucediendo. Lo que pasó esta vez con estos chicos del Encuentro de organizaciones es muy grave. En Córdoba ellos tienen un compromiso admirable con la problemática de Tierra, Techo y Trabajo, las tres T de las que el Papa Francisco ya habló en los dos encuentros mundiales que mantuvo con movimientos populares”, destacó el sacerdote, para quien “la violencia que ejerce el Estado a través de la policía no puede sino ser repudiada, porque rompe el tejido social sin resolver tampoco los problemas de inseguridad”. Para el cura García, asistimos a un momento en donde “se manipula el miedo de la gente aplicando políticas que no son respetuosas de los derechos de las personas, que están en la Constitución Nacional pero no se llevan adelante en Córdoba, donde el Código de Faltas criminaliza la pobreza”. El sacerdote destacó que, si bien ellos están “disponibles para todos”, no pueden permanecer indiferentes “a la violencia terrible a la que se vienen visto expuestos los sectores más vulnerables de la población, sobre todo los jóvenes, que por usar gorra o ser morochos son tratados como choros”. Por último, García adelantó a este medio que es probable que esta semana se haga público “el pronunciamiento que estamos elaborando entre Caritas, la Pastoral Social, la Cooperativa de Carreros y Recicladores La Esperanza, el Encuentro de Organizaciones y los sacerdotes”, y también recordó “que la preocupación por esta situación está presente incluso en el arzobispo de Córdoba”.






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