sábado, 6 de julio de 2019

Del Conurbano a Puan: ¿nuestra década ganada?




Alguna vez, se ve, intenté redimirme por haber hecho dos veces segundo año, tres veces tercero y finalmente terminar el secundario en un colegio de adultos, a los 25 años.
Recuerdo que en 2003, para la época en que asumió Néstor kirchner la presidencia, empecé a leer mucha literatura y filosofía, y junto con quien entonces era mi maestro de kendo (el gran filósofo autodidacta porteño Gabriel Sarando), empecé a estudiar Nietszhe. Por aquella época leí por primera vez Así habló Zaratustra.
En 2007 --segundo cuatrimestre-- por fin pude cumplir aquello que me habia propuesto en 2003: ingresar a la carrera de filosofía de la Universidad de Buenos Aires, luego de cursar el secundario en 2004 y 2005 y hacer el CBC en 2006 y el primer cuatrimestre de 2007.
En esos años pasé de vivir en una casilla del barrio Cerrito, en Claypole (Almirante Brown) a una pensión en el barrio porteño de Monserrat (con intervalos de colado en la casa de mi viejo y de mi hermana Gaby); el pasaje incluyó el tránsito de ser beneficiario de un Plan trabajar del MTD a trabajar repartiendo volantes en las milongas porteñas, todas las madrugada y algún que otro rebusque por el estilo.
En 2007,con 26 años, ingresé de manera simultánea a la Universidad y a mi primer trabajo registrado.
La primera materia que cursé en Puan fue Filosofia Politica, con Jorge Dotti. Aprobé los dos parciales con 8, pero nunca me presenté al examen final (había un mito en la carrera que decía que esa era la materia con la que te recibias, y que no se podía ir a rendir el final sin la carrara cursada encima. Asi que como soy un persona que le presta atención a los mitos, nunca me presenté).
Al año siguiente me pasé a la carrera de Letras, aunque ese año cursé dos seminarios de filo: uno sobre Zaratustra con Mónica Cragnolini y otro sobre Freud con Omar Acha. También cursé Literatura Argentina II y Teoría Literaria II (el año anterior había cursado Teoría y Análisis I).
En 2008 estalló el conflicto del gobierno con el campo y en la facultad hubo cachengue. Formamos una agrupación (Cria Cuervos), con la que intentamos intervenir en esa coyuntura y también hicimos un taller en el que leímos gran parte del tomo I de El capital. Ese mismo año ya estaba trabajando en el subte de Buenos Aires y los Metrodelegados se vieron en la encrucijada y el desafío de romper con el sindicato (la UTA) y formar una nueva asociación gremial. Si bien yo estaba "tapado" como militante, en ese contexto me metí en la pulseada gremial y fui a parar a la secretaria de cultura del nuevo sindicato, desde donde publicamos una revista (Acoplando --el nombre, de reminiscencias deleuziana, no lo puse yo, sino que surgió de la propuesta de algún activista obrero, si mal no recuerdo de El Tano de ela Línea B, donde ambos trabajabamos) y llevamos adelante alguna que otra iniciativa más, como las "Jornadas de Historia del Movimiento Obrero", junto a algunos académicos comprometidos.
En simultáneo me había metido como profesor de Lengua y Literatura del Bachillerato Popular Roca Negra, en Montechingolo, así que si bien vivía por entonces en Caballito, no dejaba de ir semanalmente a la zona sur del Conurbano.
Entre 2003 y 2009, mientras hacia este recorrido de educación sentimental en las instituciones formales de este mundo (trabajo asalariado/universidad), fui metiéndome en la escritura: algunos talleres de periodismo con Hernán López Echague; elaboración de algunas notas (entonces participé de la fundacion del Portal De Frente junto a mi compa Pablo Solana y otra gente más con quienes formamos por esos años el Frente Popular Darío Santillán) y gracias a Miguel Mazzeo me metí en esa aventura de escribir mi primer libro, "De Cutral co a Puente Pueyrredon", que en 2010 la editorial El colectivo publicó junto a la editorial del Subte.
Fueron los años en los que establecí una pareja duradera y producto de ese amor vino al mundo mi hija Malena, en 2011, año en el que --durante el primer custrimestre-- cursé mi última materia en Puan, en la Cátedra del Gran Profesor Gonzalo Aguilar.
En todos esos años siempre fui leyendo otras cosas, y conversando con gente que aportó lo suyo a mi formacion, aunque por fuera de Puan: mi tía Andrea; mi maestro Raúl Cerdeiras, mi compañero y amigo Cacho.
Ahora que lo pienso ese proceso fueron menos de diez años. Casi una década, pero muy intensa. Años en los que leí muchísimo y vi mucho pero mucho cine. También los años en los que las series se apoderaron de parte de mi vida.
Casi una década, ahora, que dejé de cursar en Puan: me llevo algunos bellos recuerdos, el placer de haber conocido a grandes docentes (además de lxs mencionadxs, también Martín Koahn, Aníbal Jarcovski, Silvia saita, y otros más de los que recuerdo sus caras pero no sus nombres; también a "compañeros de ruta, como Gabriel D Iorio y Diego Carames, de Cuarenta Ríos).
Me llevo también este analítico, que me pedí el otro día, quien sabe para qué.
Pero eso, eso ya no forma parte de esta historia

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