Casos de gatillo fácil
Por Mariano Pacheco*
Desde
las 9 de la mañana y hasta pasado el mediodía, familiares de jóvenes asesinados
por la policía en casos de “gatillo fácil” se manifestaron ayer frente al
edificio de Tribunales II, para reclamar por el avance de las causas contra los
presuntos asesinos.
Acompañados
por movimientos sociales y organizaciones de derechos humanos, los familiares y
amigos de Cristian Guevara y de Exequiel Barraza, junto con la Coordinadora de
Familiares Victimas del gatillo fácil de Córdoba, reclamaron ayer, en las
puertas de Tribunales II, que la justicia provincial “saque del estancamiento”
en el que se encuentran las causas contra integrantes de la policía provincial involucrados
en casos de “gatillo fácil”. En diálogo con este medio, Sergio Nadal –padre de
Nicolás, asesinado el 28 de febrero de 2013 en el barrio 1º de Mayo– remarcó que venían preparando algún tipo de
intervención, sin fecha precisa, y que luego de enterarse –el pasado viernes–
de que la fiscalía iba a cerrar dos causas (la de Guevara y Barraza), pusieron
fecha y decidieron marchar ayer.
No los dejan vivir
Sergio
Nadal es padre de ocho hijos. “Siete, ahora”, comenta con pesar. Por la muerte de
Nicolás, su hijo de 20 años, está imputado Pablo Álvarez, miembro de la
división Homicidios de la Policía. Nadal caracterizó como “muy cruel” la
actitud que está teniendo la Justicia respecto de los casos mencionados. Dice
sentir “dolor” por eso, pero sobre todo, “bronca, indignación” por lo que sigue
sucediendo. “A los pibes no los dejan vivir. La policía los maltrata. Como van
a tener oportunidades en la vida si, cuando estudian, cuando trabajan, tienen
problemas porque los paran por la calle, o viajando, los detienen. Hay chicos
que hasta han perdido el trabajo”, agrega. “Los patrones no entienden, o no
quieren entender. La policía, en vez de cuidarlos como ciudadanos, los molesta.
A ellos, porque son laburantes, son pobres. A los de los country no los molestan”,
remata.
En
diálogo con Radio Nacional Córdoba, Lorena Barraza (hermana de Exequiel),
destacó por su parte que en estas épocas de democracia se está “suprimiendo a
la juventud pobre”, con “total impunidad”, ya que se presentan los “casos de
gatillo fácil” como episodios de “defensa propia” de policías que reaccionan a supuestos
ataques.
Estar de pie
Mariana
Carmona, que participa de la Coordinadora Antirepresiva, destaca ante este
diario que fue “muy importante” el paso de “auto-organización” que han dado los
familiares. “Están llamando a otros que pasaron por la misma situación, para
juntar fuerzas, para compartir experiencias, para ser más”, dice, y sostiene
que de ese modo las organizaciones sociales acompañan, pero que los protagonistas
son ellos mismos. “Parece que no pero molesta”, agrega, y cuanta con sorpresa
que ayer, desde la fiscalía, mandaron a llamar a Lorena Barraza para decirle
que “no haga más lío, que eso a los fiscales no les gusta”.
Para
fines de agosto, los familiares de chicos asesinados por la policía en Córdoba,
junto con pares de otras provincias, acompañarán en las calles a Nancy, la mamá
de Ismael Sosa (el joven que murió en Córdoba cuando asistió a un recital de La
Renga), quien está convocando a una movilización en la ciudad de Buenos Aires. “Es
una pelea que hay que librar dentro de los Tribunales, por supuesto, pero no
solo ahí, sino –fundamentalmente– en las calles”, remarca Julieta Sanson, del Frente
organizado contra el Código de Faltas (FOCCOF).
Desde
Coordinadora de Familiares Victimas del gatillo fácil han decidido que volverán
a las puertas de los Tribunales los segundos lunes de cada mes, para seguir
reclamando que no se cierren –ni “se duerman” – las causas judiciales que
involucran a miembros de la Policía de la Provincia en asesinatos de jóvenes,
en la mayoría de los casos, pertenecientes a los sectores populares.
Seguirán
exigiendo justicia. O ya empezaron a conquistarla, podría pensarse. Salirse de
lugar de víctimas, y ponerse de pie, al fin y al cabo, es otro modo de nombrar
a eso que llaman justicia.
RECUADRO-
Los casos Barraza y Guevara
Exequiel
Barraza (de 23 años) fue asesinado el 24 de marzo de 2014 y Cristian Guevara
(de 20), el 16 de junio del mismo año, aunque su caso fue hecho pasar como
suicidio en la Comisaria 19 del barrio Los Naranjos. En el primer caso está procesado
el policía Pablo Álvarez. La situación de la causa de Guevara, que ya había
sido cerrada el 29 de diciembre del año pasado sin dar aviso a su familia ni al
abogado querellante, aun no tiene imputados. “Todo esto a pesar de las pruebas
y los testigos que informaron haber presenciado y escuchado la golpiza que
recibía Cristian dentro de la comisaria”, destacaron desde la Coordinadora Antirepresiva,
quienes a su vez denunciaron a Jorgelina Gutiez (fiscal a cargo), quien habría
dicho que “si no hay imputados en tres días, la causa se cerrará con caratula
de suicidio”.
*Nota publicada en el diario El Argentino, edición Córdoba
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