El
jefe de la Policía de la provincia fue imputado
por “coacción” por amenazar a
periodista
Julio
César Suárez, jefe de la Policía de la provincia, fue imputado noche por el
delito de “coacción”. La resolución la tomó el fiscal Alfredo Villegas, tras la
denuncia presentada por el periodista de Canal 10, Dante Leguizamón, luego de
ser amenazado por el máximo funcionario de la fuerza.
“Me
voy a encargar de vos”. La frase, pronunciada por el jefe de la Policía de
la provincia Julio César Suárez el viernes 15 de agosto, y dirigida al
periodista de los SRT Dante Leguizamón, recorrió los medios locales y
nacionales por la gravedad que implica que el máximo funcionario de la fuerza
intimide a un trabajador de la prensa por realizar sus tareas.
Ese
viernes, previo al fin de semana largo, el periodista se encontraba en el
barrio Los Cortaderos, donde la Policía realizaba un “operativo saturación”,
que algunos vecinos denunciaron como “brutal”. Días atrás, en el mismo barrio,
un joven había sido asesinado en un presunto caso de “gatillo fácil”. La
cobertura de los hechos desató el escándalo. Por la noche, a través de la
cuenta oficial de Twitter de la Policía, Suárez trató de "mentiroso"
a Leguizamón. Luego se dirigió “visiblemente molesto” hacia las instalaciones
de Canal 10, pidiendo dialogar con el periodista, que ya no estaba en el lugar.
Y allí comenzaron los insistentes llamados por teléfono celular: exigía
reunirse inmediatamente con él. Y hasta llegó a decirle: “Vení a verme ya, o yo
mismo me voy a encargar de vos”.
Al
día siguiente, representado por el abogado Claudio Orosz, Leguizamón denunció
penalmente al jefe de Policía. Suárez pidió disculpas, y Leguizamón aclaró que,
si bien las aceptaba, el tema debería seguir los pasos de la justicia, ya que
no se trataba de un entredicho entre dos ciudadanos, porque “Suárez es el
representante de una institución pública con 25 mil hombres armados que tienen
el deber de protegernos”.
Ataque a la libertad de expresión
Si
bien tras el escándalo el jefe de la fuerza sostuvo públicamente que no
quiso "ofender ni condicionar la actividad”, el fiscal provincial Alfredo
Villegas resolvió imputarle el delito de “coacción”, la más grave de las tres
opciones que tenía a disposición.
El
delito de coacción es considerado grave: se interpreta como un ataque a la
libertad de expresión, ya que con su acción, el jefe de policía habría
intentado impedir que el periodista se expresara. Se considera que coacción
implica la ejecución de un acto de violencia física, psíquica o moral
para obligar a una persona a decir o hacer algo contra su voluntad. La
diferencia técnica radica en que, mientras que la coacción es todo
ataque violento a la fase de ejecución de la voluntad,
la amenaza, en cambio, es todo ataque a la fase de formación de la voluntad;
en las coacciones el mal aparece como inminente, en tanto que en
las amenazas el mal es futuro. La pena aplicable es la
de prisión de 6 meses a 3 años, o multa de 6 a 24 meses,
dependiendo de la gravedad de la coacción o de los medios que se empleen en la
comisión del delito.
Por
ello, es casi seguro que Suárez irá a juicio. En su momento el gobernador José
Manuel De la Sota minimizó el episodio, y afirmó que entre Leguizamón y el
periodista hubo “un malentendido”. Queda por verse ahora si el poder político
provincial mantendrá al cuestionado Suárez en su cargo.
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