Bajo el lema “Cortaderos resiste con alegría”
A un año del asesinato a manos de la policía
Por Mariano Pacheco
(Nota publicada en
el diario El
Argentino)
Había pasado ya poco
más de media hora del horario estipulado para el inicio de las actividades. La canchita
del barrio Los Cortaderos se iba llenando de vecinos que acudían con sus hijos
y otras tantas personas que llegaban en autos particulares, remises o a pie
para participar de la jornada de conmemoración por el primer aniversario del
presunto asesinato de Fernando “Gueré” Pellico a manos de la Policía
provincial. Sol radiante a la hora de un sábado a la siesta, un viento que
soplaba con tanta o más fuerza que aquella que expresan los jóvenes reunidos en
el lugar.
Primero fue la misa,
una apuesta por re-ligar aquello que suele ser separado por las lógicas de la
prepotencia, un intento por gestar una común-unión entre los presentes, más
allá de creencias religiosas. “Hay que seguir andando nomás”, canta un muchacho
parado al lado del sacerdote de la vicaría de la zona, guitarra en mano,
cerrando ese momento del encuentro. “Celebrar esta eucaristía en el aniversario
de Gueré es una forma de unirnos a esta memoria y exigir el esclarecimiento de lo
que pasó y repudiar también esta situación de abuso de autoridad que muchas
veces se produce en el barrio”, comenta a este medio el padre Cristian
Cevallos. Además de la misa, y del festival de música, también se pintó un
mural y sobre unos papeles de colores los presentes dejaron mensajes para el
barrio y algunas niñas y niños realizaron algunos dibujos.
UN
PROYECTO “RIMBOMBANTE”
Ana
María Bustos Córdoba, la mamá de Pellico, conversa con este diario. Detrás, una
foto de su hijo. Al lado, la moto que Pellico compró tiempo antes de ser
asesinado. Recuerda que Fernando era muy compañero, y que su sueño era trabajar
en una panadería. Dice sentir orgullo de ver cómo se lo recuerda, con tanta
alegría. Y quiere decirle a la gente que no lo conoció que las versiones que
puso a circular la policía (que el joven había muerto en un “enfrentamiento”) son
“puras mentiras”, y que por eso pide justicia.
En diálogo con este
medio, Agustina Niclis –integrante del Grupo de Jóvenes de Los Cortaderos,
becaria de la secretaría de extensión Universitaria de la Universidad Nacional de
Córdoba– destaca que el evento se realiza en el marco de un “proceso de organización
y de movilización que se viene dando la comunidad para exigir justicia” y
remarca la falta de derechos sociales a la que se ven expuestos sus habitantes:
“”l abuso policial, la de hace un año, y la que sigue, no es la única situación
de vulnerabilidad que se vive en el barrio. Acá no entra el colectivo, no hay
escuela ni centro cultural, la única institución estatal que hay es una sala de
salud y abre sólo medio día”, remata.
Maximiliano Peralta el
primo de Gueré herido aquella noche, recuerda a Fernando como “un hermano” y
comenta a este medio que siente “tristeza y emoción”, porque si bien lo que
pasó hace un año lo vive como que sucedió ayer, destaca “la presencia de tanta
gente que los acompaña”. En simultáneo, su hermano Juan Peralta (de 18 años), era
detenido por la Policía, por una supuesta infracción del Código de Faltas, y
liberado por la noche, cuando la actividad ya había terminado. Después leyó una
carta que escribió para hijo, que todos escucharon con atención. La actividad contó
además con la realización de una “Radio abierta” (“La Rimbombante”), un proyecto colectivo que
surgió entre los jóvenes del barrio, que Gueré ayudó a organizar, y
que no pudo ver desarrollarse porque lo mataron.
LA CAUSA, LOS
IMPUTADOS, LA POLÍTICA DE SEGURIDAD
Desde hace 11 meses
que el oficial Lucas Chávez y el sargento Rubén Leiva –imputados de Homicidio
agravado por utilización de armas de fuego y calificado por su rol de
funcionarios públicos- permanecen detenidos, acusados de ejecutar el “caso de
gatillo fácil” aquella madrugada del 26 de julio de 2014. Tal como destacó Dante
Leguizamón en una nota publicada ayer el Portal InfoJus Noticias, “aunque los
dos policías acusados del crimen están presos, las familias de Güeré y Maxi no
están conformes con el estado de la causa”. Cabe recordar que el periodista mencionado
fue amenazado por el jefe de policía, Julio César Suárez, un mes después del
asesinato de Pellico, cuando cubría un despliegue policial realizado en Los
Cortaderos. Contra esas prácticas policiales, tan frecuentes en la provincia, se
vienen manifestando, y se expresaron el sábado, distintos sectores de la
sociedad cordobesa. Además de la nutrida participación de los vecinos de la
zona, pudo verse una fuerte presencia de esas organizaciones culturales,
sociales, políticas y de derechos humanos, que acompañaron la jornada, sin
banderas, pero firmes en su repudio al Código de Faltas y la política de
seguridad que sostiene el gobierno encabezado por José Manuel De La Sota.
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