Tras la represión del día lunes
Por Mariano Pacheco
(Nota publicada el jueves 29/10
en el Portal de Noticias Marcha)
En medio de
una semana en la cual el país entero discute sobre el resultado electoral del
pasado domingo y el ballotage del próximo 22 de noviembre, en Córdoba la
temática del par seguridad-inseguridad estuvo en la cima de los temas
provinciales, debido a la tensa y confusa situación que se vivió durante la
semana, que involucró el asesinato de dos jóvenes (presuntos delincuentes) por
parte de dos viciles; una pueblada desatada en la zona de Barranco Yaco-Bajo
Pueyrredón, que fue brutalmente reprimida por la policía; el crimen de un
empresario; el pedido de mayor seguridad por parte de taxistas y vecinos de
algunos barrios, y la movilización para repudiar el accionar de la policía por
parte de vecinos de otros barrios y movimientos sociales/organizaciones de
Derechos Humanos. Como si fuera poco, armas de la institución que se habían
perdido en mayo fueron encontradas, también durante esta semana, y dos personas
murieron baleadas en dos confusos episodios. Por supuesto, la legitimidad de Julio
César Suárez como Jefe de la Policía de la Provincia fue puesta en cuestión,
nadie sabe bien desde dónde al principio, pero lo cierto es que el rumor de su
renuncia comenzó a expandirse por las redes sociales virtuales y algunos medios
de comunicación. La gestión provincial salió a respaldar al Comisario General,
una vez más, y el rumor quedó solo en eso. Aunque se sabe: el rumor es un arma
poderosa. Tan poderosa, que incluso algunos historiadores le atribuyeron un rol
central en las jornadas del 17 de octubre de 1945.
Contra el “Estado Policial”
Una nutrida columna de manifestantes, pertenecientes a distintas
organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos, partió ayer –pasadas
las 19 horas—del cruce de Colón y General Paz. Ya durante la primera cuadra de
caminata, en medio de una tensión que podía respirarse en el ambiente, un joven
que pasó corriendo junto a la columna, munido con un palo entre sus manos,
comenzó a golpear la camioneta que trasladaba el sonido para el acto. Corrido
por los manifestantes, el episodio –calificado como “una provocación” por
quienes encabezaban la columna- los efectivos policiales que se encontraban
“custodiando” la protesta amagaron a reprimir, pero la calma trasmitida por los
referentes de la columna permitió descomprimir la tensión y continuar la marcha,
que se dirigió hacia la Casa de Gobierno, para repudiar allí la represión
policial desatada el lunes pasado en barrio Bajo Pueyrredón y el intento de allanamiento, sin orden
judicial, de la Biblioteca Popular Bella Vista. También para denunciar el
“Estado Policial” que, según argumentaron los manifestantes, se vive en la
provincia. Encabezados por una única bandera blanca que llevó inscripta en
aerosol negro las frases “Las armas de los de arriba siguen apuntando a los de
abajo. Basta de terrorismo de Estado. Justicia para los pibes. Ni un pibes
menos”, marcharon los familiares de Nicolás Nadal y otras víctimas de casos de
gatillo fácil, junto a una batucada, seguidos de otros colectivos como la Biblioteca de Bella Vista, la Federación de
Organizaciones de Base (FOB), el Encuentro Organizaciones, el Frente Organizado
Contra el Código de Faltas (FOCCOF), la COB La Brecha, la Coordinadora
Antirepresiva y los partidos que integran el Frete de Izquierda y de los
Trabajadores (FIT), entre otros, quienes destacaron la necesidad de la unidad
de las organizaciones populares para enfrentar las políticas represivas del
Estado.
Lunes áspero
El día después de las elecciones
nacionales, el día en que se cumplieron dos años de la muerte del joven Jorge
Reyna en una comisaría de Capilla del Monte (“suicidado” según la fuerza,
asesinado en la versión de los familiares y amigos), Raúl Alejandro Sánchez fue
asesinado en un confuso episodio. Según trascendidos, el joven intentó robar
una casa en el barrio Bajo Pueyrredón, pero el hecho fue impedido por vecinos
del lugar, quienes lo habrían apuñalado. La causa, que instruye el
fiscal Carlos Matheu, se encuentra bajo secreto de sumario, pero según
hicieron saber organizaciones sociales que mantienen un trabajo territorial en
la zona, la casa de la supuesta víctima del asalto padeció un intento de
incendio, hecho por el cual comenzaron enfrentamientos, primero entre vecinos,
y luego, entre vecinos y la policía, que acudió al lugar y comenzó a reprimir
violentamente. En el transcurso de la represión, la división Seom del Eter
procedió a reprimir en moto y encapuchados, disparando contra las viviendas.
Desde
la Federación de Organizaciones de Base (FOB), emitieron un
comunicado que denuncia que el vecino asaltado habría entregado a la policía al
presunto ladrón (herido por la puñalada, pero con vida), hecho por el cual
resulta llamativo que Sánchez apareciera horas más tarde muerto a dos cuadras
del lugar, “desfigurado y sin un ojo”. Recién al día siguiente la policía logró
controlar la situación y habilitar nuevamente la Ruta 19, que permaneció
cortada de modo preventivo, ante posibles nuevos episodios de violencia, según
declaró a la prensa el comisario mayor Sergio Gómez, director de la
División de Seguridad Capital.
También el lunes,
efectivos policiales se presentaron en la Biblioteca Popular Bella Vista,
esgrimiendo que allí se encontraban dos jóvenes que habían protagonizado
el robo de un celular, aunque la damnificada no los identificó. De allí
que integrantes de la Fundación Pedro Milesi y de la Biblioteca, denunciaran
el accionar policial, que ante la negativa de los educadores populares
presentes en el lugar de entregar a los muchachos, acudieron con refuerzos e
intentaron ingresar al edificio, sin orden de allanamiento. Ante la
inmediata presencia de abogados de derechos humanos e integrantes de
organizaciones sociales, los uniformados se retiraron del lugar.
Para muestra, un botón
En medio de una semana en la que muchos
sectores políticos manifiestan su preocupación por el “giro a la derecha” que
puede vivenciarse en el país si el actual jefe de gobierno porteño es el
próximo presidente, en Córdoba la derecha peronista en el poder desde hace una
década y media se debate entre apoyar a Mauricio Macri o Daniel Scioli (el
actual gobernador José Manuel De la Sota es parte del equipo de campaña de
Sergio Massa y el gobernador electo, Juan Schiaretti, ya evidenció señales de
acuerdo con el Frente para la Victoria), pero no en poner en cuestión un modelo
de gobierno que tiene en el “Estado Policial” su columna vertebral. Modelo que
expresó lo que puede en las vinculaciones entre la policía, el narcotráfico y
poder político, y la “autonomía relativa” que puede tomar una fuerza armada de unos
24.000 hombres. Para muestra, un caso: la “rebelión policial” de diciembre de
2013, que no solo puso en crisis la situación provincial, sino que abrió las
puertas a una dinámica que tomó un sorprendente “efecto contagio” en otras
provincias, como Buenos Aires, donde el gobernador Sciloli también encontró la
salida “premiando” a los insubordinados uniformados.
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