Se consolida el Encuentro Provincial de
Tierras
Por Mariano pacheco*
(Nota publicada en Marcha)
El
pasado sábado 9 de enero, se realizó en la localidad cordobesa de Anisacate la
primera reunión del año del Espacio de Lucha por la Tierra, que nuclea a una
docena y media de territorios en lucha de la ciudad de Córdoba y el interior
provincial.
Unos
50 kilómetros después de la ciudad de Córdoba, hacia al sur, yendo por la ruta
nacional N° 5 que conecta la capital provincial con Villa General Belgrano, se
encuentra Anisacate, una de las pocas localidades que no es Comuna sino
Municipio. Allí se realizó la primera reunión del año del Espacio de Lucha por
la Tierra. Los vecinos de Villa Río que oficiaron de locales se vienen haciendo
oír en la zona, ya que han realizado en noviembre pasado algunas protestas en
repudio al “merodeo” y la “intimidación” que padecen por parte de empresas
desarrollistas que envían topadoras con la intención de demoler las viviendas
de las 40 familias que viven allí desde 2008. Laura Barroso cuenta que de los
nueve imputados de Villa Río, ninguno ha sido todavía citado a declarar, porque
las imputaciones se dieron justo cuando la justicia ingresaba en Feria
judicial, así que se encuentran más tranquilos, al menos, momentáneamente.
“Para nosotros, que tenemos menos experiencias que otras tomas, es muy
importante aprender: sobre cómo organizan las finanzas, las dinámicas de
construcción que se dan, como producen o llevan la comunicación”.
Desde abajo y a la izquierda
Tal
como contó en su momento el Portal de Noticias Marcha, el Encuentro Provincial
de Tierras surgió en julio de 2014, como respuesta de los actores en lucha a lo
que fueron las violentas y conflictivas jornadas del 2013. Se realizó en la localidad de Piedra Blanca,
también al sur de la capital, donde actualmente funciona una cooperativa
autogestionada de pollos (Gallo Rojo). Un mes después, el fin de semana del 16
y 17 de agosto, sesionó en los terrenos de la Ciudad Universitaria de la
Universidad Nacional de Córdoba el 1° Encuentro Nacional por la Tierra y la
Vivienda, del que no se han realizado otros encuentros, al menos hasta el
momento. Pero en noviembre del año pasado, como también narró este Portal, se
realizó en la localidad cordobesa de Cuesta Blanca el 2° Encuentro Provincial
de Tierras, que coaguló un año intenso trabajo e intercambio político entre los
distintos territorios en lucha por la tierra, junto con el Encuentro de
Organizaciones y otros espacios del campo popular cordobés.
En
diálogo con este cronista, presente en el lugar, Damián Lobos –referente del
Encuentro de Organizaciones– comenta que los meses de octubre, noviembre y
diciembre de 2015 han sido particularmente complejos, porque han avanzado los
procesos de judicialización de muchos protagonistas del espacio, pero que de
todos modos, si bien la coyuntura indica que lo jurídico tendrá una
preponderancia, el desafío es justamente “no juntarnos por estrategias
defensivas (que obviamente no podemos dejar de abordar), ya que lo principal
que se nos presenta hoy, el gran desafío para 2016, es ver como potenciar
proyectos autónomos y de construcción territorial más importantes”. Lobos
remarca asimismo que las reuniones mensuales que vienen sosteniendo desde hace
tiempo han ido consolidando el espacio, y que por eso, más allá de las
estrategias jurídicas, aparecen con fuerza otros ejes de articulación, las
estrategias de edificación, los desarrollos productivos, el acceso a servicios
y la preservación medioambiental. Asimismo se plantea el desarrollo de una
estrategia conjunta en relación a cómo abordar el vínculo con la nueva gestión
del gobierno provincial, con quienes se consiguió abrir algunas puertas de
diálogo hacia fines del año pasado. A propósito de las reuniones mensuales
comentó que “estos espacios son fantásticos porque permiten el intercambio. Es
un orgullo ver cómo empieza a consolidarse como espacio político en sí mismo, y
ese precisamente es uno de los objetivos centrales para este año: estructurar
la docena de territorios en lucha que vienen manteniendo un mayor compromiso
con el espacio, para poder proyectar una agenda común de trabajo en torno a la
edificación de viviendas y el acceso a los servicios básicos, además de una
articulación con espacios urbanos”.
Otras voces, otros ámbitos
Florencia,
de San José de la Quintana, cuenta que tal vez la de ellas sea la ocupación más
pequeña, ya que habitan un lote entre tres mujeres, con sus hijos. También
participan de la Feria de Artesanos de Villa La Bolsa, vendiendo sus producciones
autogestivas de libros, que ellas mismas fabrican (“sin patrón”, aclara).
Ana,
del barrio 12 de Julio (Córdoba capital), destaca el hecho de estar tranquilos,
ahora, luego de dos años, ya que pueden entrar materiales para la construcción
sin que la policía se los impida. “Tenemos luz y estamos construyendo una
cisterna porque tenemos agua pero hay escasez”, cuenta. Y agrega: “hoy vinimos
por primera vez a un encuentro mensual. Solo habíamos participado del anual. Y
volvemos con muchas pilas, porque pudimos compartir nuestra experiencia a otros
que están empezando, y aprender de quienes tienen sus tomas más desarrolladas”.
Carlos
Segura también vive en Córdoba capital. Es parte de las 22 familias que han
sido estafadas en Villa El Libertador por Héctor Raúl Messio, quien pretendió
desalojarlas –sin éxito– de sus viviendas. “Hemos realizado una denuncia penal
y este hombre está por ser imputado, ya que hay 420 expedientes que están en
manos del Fiscal General”, comenta. Para él, este primer encuentro del año los
hace volver fortalecidos, porque nunca –dice– se termina de aprender.
David
Escole, de Cuesta Blanca, relata que el fin de año estuvo caracterizado por una
“andanada judicial”, pero que no avanzaron porque más allá de la feria
judicial, pudo comprobarse antes que no han cometido delitos, porque son
poseedores efectivos de las tierras y no usurpadores. “Nuestra participación en
este encuentro apunta a fortalecer un espacio en el que encontramos contención
y nos permite una articulación práctica, que nos potencia como personas y como
proyectos colectivos, porque apostamos a gestar un nuevo paradigma social”.
Lucas,
a quien todos nombran por su apodo (“El Chino”), participa de la ocupación de
Parque Las Rosas, que se sostiene desde principios de septiembre del año
pasado. En diálogo con este medio afirma que, a pesar de toda la intimidación
policial que han padecido –y aun padecen, ya que no les permiten ingresar
materiales para la construcción– ya se encuentran habitando el predio unas diez
familias. “Hemos conocido y aprendido mucho de otras tomas hoy, que han pasado
por la misma situación que nosotros y han salido adelante”.
Matías,
que vive en una de las ocupaciones de tierras en Río Ceballos y participa de la
FM La Curva –radio comunitaria de Salcipuedes–, rescata el hecho de que sus
pares de Anisacate hayan construido sus casas con los materiales de la zona,
apostando a no destruir la naturaleza sino a redireccionar los elementos
presentes en el ambiente, sin modificar el hábitat. También insiste en la
importancia de las mingas y la construcción comunitaria, que “ayudan fortalecer
un trabajo cooperativo y a tejer lazos de amistad con los vecinos”, dice. Y
luego remata: “hay que sentir el entorno para hacer del hábitat un espacio para
la vida digna”.
*Ensayista
y periodista radicado en la ciudad de Alta Gracia, provincia de Córdoba
(Argentina). Conductor del programa “La luna con gatillo: una crítica política
de la cultura”, que se emite por la Radio
Eterogenia del Centro Cultural España-Córdoba. Autor de los libros De Cutral Có a Puente Pueyrredón, una
genealogía de los Movimientos de Trabajadores Desocupados; Kamchatka. Nietzsche, Freud, Arlt: ensayos
sobre política y cultura; Montoneros
silvestres. Historias de resistencia a la dictadura en el Sur del Conurbano
(1976-1983) y co-autor de Darío Santillán, el militante que puso el cuerpo. Colaborador de distintos medios
periodísticos del país.
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