El “Domo” de Campo de La Rivera:
Unidad, solidaridad y acción colectiva
Por Mariano Pacheco
Contiguo al Espacio para la Memoria
“Campo de La Ribera”, se erige una barriada popular profundamente
estigmatizada. Allí, junto con distintas agrupaciones, los vecinos se esfuerzan
por dar respuestas colectivas a sus necesidades.
Verónica,
Mónica, Claudia, Silvia y Graciela cuentan los esfuerzos que hacen cada semana
para sostener la “Copa de Leche”, que todos martes y jueves recibe a unos 70 niños
y los sábados, más de cien. Mientras unas sirven la chocolatada, otras amasan y
sacan las tortas fritas del fuego. En las paredes del local de madera se lucen
los distintos diplomas de reconocimiento que una ONG fue entregando a quienes
participaron de los talleres de oficio (peluquería, porcelana, cotillón,
repostería), junto con las “reglas de convivencia” escritas con un fibrón sobre
un cartel improvisado con papel de envolver facturas. “Miri”, la perra, busca
refugio antes de que la saquen para afuera, mientras entra “Pori”, uno de los
jóvenes que suele asistir a la Copa de Leche para dar una mano a las mujeres y
que integra “Los Guachos de Campo de La Ribera”, la banda de cuarteto del
barrio. “El gobierno sabe que existimos, que acá está este espacio
comunitario”, sostiene una de las vecinas, con orgullo. Otra aclara que esa era
antes zona militar. Una tercera cuenta que en un momento quisieron
sacarlos de allí, para construir un hotel, pero que se organizaron, cortaron la
ruta y al final se quedaron.
Democracia participativa
En
el Boletín Informativo N°1 (fechado en agosto de 2014), los vecinos del barrio
puntualizan que la asamblea “es un espacio en donde se busca generar acciones
que mejoren las condiciones de vida, tanto materiales como culturales de los
habitantes de Campo de La Ribera”. Y aclaran que el lugar “no pertenece a
ningún partido político ni grupo religioso”, y que está abierto “a la
participación de cualquier vecino y vecina”.
En
el predio donde realizan las asambleas, se ha montado un galpón (La Casa de la
Cultura), y próximamente inaugurarán el “Domo”, un espacio comunitario con
techo ovalado. Para los vecinos, el domo es la expresión, en techos y paredes,
de la dinámica que ellos intentan sostener como colectivo humano: sin puntas,
sin centro.
Unidad, solidaridad
Los
sábados, cuando se reúnen, además de los habitantes del barrio suelen asistir
quienes, llegando desde otros puntos de la ciudad, forman igualmente parte del
espacio, como “Un techo para mi país”, una organización que, según ellos mismos
se definen, “busca superar la situación de pobreza en que viven miles de
personas en asentamientos precarios, a través de la acción conjunta de sus
pobladores y jóvenes voluntarios”. En La Ribera, han creado la denominada “Mesa
de Trabajo”, a través de la cual canalizan las demandas locales por cloacas,
basura, salud y vivienda
“Mazamorra”
es otras de las agrupaciones que participan en el barrio. Ellos impulsan en el
barrio los talleres de “Alfabetización para Adultos”, para aprender a leer y
escribir, y el de “Cine”, para que los jóvenes del territorio filmen sus
propias películas, además del “Espacio de Mujeres Adolescentes”, donde trabajan
la promoción de la salud desde una perspectiva de género y la autodenominada
“Redezón Autogestiva”, una red de trabajadores autogestivos.
También,
promovida –entre otros– por el Encuentro de Organizaciones, se ha erigido en el
barrio la “Escuela Deportiva, Recreativa y Artística” que, como su nombre lo
indica, trabaja en el territorio desde esas actividades. También asisten a La
Ribera, cada semana, los estudiantes y docentes de la “Cátedra Estrategias de
intervención Comunitaria”, perteneciente a la Facultad de Psicología de la
Universidad Nacional de Córdoba, quienes han impulsado el espacio de Mujeres
“Las Ribereñas”, que hace pocas semanas pintaron un mural en un paredón del
predio.
Son
distintas iniciativas que, impulsadas de manera solidaria por quienes no
habitan el lugar, ayudan a los vecinos a romper parte del estigma que
recae sobre ellos, y afrontar de manera colectiva los problemas comunes.
El siempre presente problema de la
basura
Como
en tantos barrios, también en Campo de La Ribera tienen problemas con la
recolección de la basura. Los vecinos cuentan que los funcionarios del gobierno
provincial “patean la pelota” a los de la Municipalidad de Córdoba, y
viceversa. Por eso en abril realizaron una movilización hacia el Palacio 6 de
Julio, donde dejaron gran parte de las bolsas que nadie retiraba del barrio.
Entonces lograron que “La Muni” les mandara el camión, pero según la expresión
de una vecina, “pasa tan rápido como un avión”, y por eso terminaron arreglando
con un carrero que, por unos pesos a la semana, pasa cada tanto a buscar la
basura. Con una de las organizaciones que participa de la asamblea ya
organizaron unas encuestas en salud, para tratar de detectar si algunas
enfermedades que están presentes en el lugar tienen que ver con la
problemática.