“Relatos en
Ciudad de Domos”: primer CD de Besadores enjaulados
Por Mariano Pacheco
(Nota publicada en el Portal Marcha)
El rock como trinchera de resistencia cultural. El líder de Besadores Enjaulados habla de su primer
C.D: “Relatos en Ciudad Domos”.
“¿Ves la grieta? Nuestro imperio no la mira. ¡Mírala!
¿Ves la grieta? Ciudad Domos no la registró”, puede escucharse en “Rabia (en el
principio es el grito)”, la primera de las nueve canciones que integran
“Relatos en Ciudad Domos”, el primer disco de Besadores Enjaulados. La banda de rock, nacida en 2012 a partir de
la iniciativa de su cantante y guitarrista, Juan Rey, y su pianista, Darío
Cimino (quien también
acciona sintetizadores y realiza coros), contó en sus primeros pasos con
el apoyo de Hernán
Aramberri, productor y baterista del Indio Solari y Los Fundamentalistas del
aire acondicionado.
De su mano, llegaron además algunas importantes colaboraciones para la
grabación del C.D, como fueron la de los saxofonistas Sergio Dawi (Los
Redondos) y Sergio Colombo (Natty Combo), o el guitarrista Gaspar Benegas (Los
fundamentalistas).
La banda
que ya tocó en varios sitios, entre otros, en el anfiteatro situado en el
predio contiguo a la Estación Darío y Maxi (ex Avellaneda), en el marco de un
festival por el juicio y castigo a los responsables políticos de la denominada
“Masacre de Avellaneda” del 26 de junio de 2002, donde fueron asesinados los
jóvenes militantes Kosteki y Santillán.
Resistir el paradigma de temor y
control
“Partimos de la necesidad de decir algo, una palabra frente a lo que vemos
y rechazamos del mundo”, sostiene Juan Rey en diálogo con Marcha, quien aclara el porqué del nombre del disco. “Relatos en Ciudad Domos” –dice– habla esencialmente del
“paradigma de control”, de “vigilancia permanente” (cuya expresión más gráfica
son los “domos”, las cámaras emplazadas por todo el espacio público) que se fue
instalando en los últimos años en Argentina, y particularmente en la Ciudad de
Buenos Aires, que parece ser el emblema de ese proceso “pro policial y punitivo”
plagado de plazas enrejadas y patrulleros policiales “por todos lados”.
Rey aclara
que, de todos modos, no estamos ante una originalidad argentina, sino ante un “proceso
global”, una “sociedad mundial de control” que parte desde los centros del
poder y se expande hacia la periferia. Un “mundo domos”, en verdad. ¿De qué se
trata? La respuesta, el cantante de Besadores
enjaulados la plantea con claridad: “estamos ante un capitalismo en
descomposición, que frente a la barbarie que impone, necesita consolidar su
control, extenderlo, endurecerlo”. Eso explica, en gran medida, que ante
coyunturas electorales como la que vivimos los argentinos por estos días, las
dirigencias políticas propongan “más control, más seguridad”. Rey, que es
además coautor de la biografía de Darío Santillán, “El militante que puso el
cuerpo” (2012), aclara que algunas de estas ideas pueden encontrarse
explicitadas en otro libro, publicado el año pasado por la editorial Futuro
Anterior: “Temor y control”, de Esteban
Rodríguez Alzueta.
La seguridad como negocio
“Nos
meten miedo para vendernos seguridad”, puede leerse en un grafitti callejero,
que Juan Rey toma como disparador para problematizar la idea que sostiene que “más
policía” es más “seguridad”, y plantea que en realidad las cámaras no son de
seguridad sino de vigilancia; que no están para prevenir delitos, o
esclarecerlos, sino para controlarnos; y que, además, detrás de esto hay un
negocio millonario realizado por entre empresas poderosísimas y el Estado. “Nos
metieron en un gran hermano sin
avisarnos; o peor, fueron montando sobre el espacio público elementos de una
cárcel a cielo abierto, cuyos vigías ya no están en las torres sino sentados
frente a pantallas planas, software”, comenta, y aclara: “que pidamos más y más
policía da cuenta de que algo anda mal en nuestra sociedad. Cuando se habla de
más policía pienso en Santillán y Kosteki, en Luciano Arruga, en Walter Bulacio,
en el caso de Ismael Sosa, cuya familia y amigos siguen exigiendo justicia y
señalando a la policía como los responsables de su muerte”.
La cultura como campo de batalla
“Nos
parece importante decir estas cosas desde el rock”, continúa el cantante de Besadores enjaulados, para quien el
proyecto de la banda tiene algún sentido si aporta a una mirada que dispute en el
plano cultural, o contracultural. “Cuestionar estas formas del poder es algo
que nos nace desde este proyecto. Eso es constitutivo de Besadores”.
Por
último, Juan Rey comenta que el sábado 17 de octubre, en “La Capilla”, Suipacha
842 (Ciudad de Buenos Aires), la banda presentará su disco, que ya está disponible
en su canal de youtube y en souncloud.
Una fecha y un sitio emblemáticos, si tenemos en cuenta
que en ese lugar tocaron bandas como Sumo y Soda Stereo, y que ese día se
conmemorarán los setenta años del surgimiento del peronismo.
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