REEDITADO
EN ARGENTINA POR EDITORIAL CACTUS
Por Mariano Pacheco
(@PachecoenMarcha)
La reciente
publicación del pequeño libro Nietzsche,
de Guilles Deleuze, permite a los lectores de lengua española acercarse de
manera simultánea a la filosofía de los pensadores más importantes de los
siglos XIX y XX.
En 1965 Gilles
Deleuze tenía 40 años y hacía una década larga que era profesor de filosofía. Ese
año, siguiendo las pistas de un Nietzsche que había escrito que su Así habló Zaratustra era un libro
“alegre y demoledor”, Deleuze escribe su propio Nietzsche, en una clave alegre
y demoledora también.
Si bien para
entonces ya había escrito sobre Hume y estaba a unos años del umbral filosófico
(en su vida, en Francia, en occidente) que implicó la publicación de sus libros
Diferencia y repetición y Lógica del sentido (en 1968 y 1969) y,
por la misma época, su cruce con Félix Guattari (que desembocará en la
redacción de Antiedipo, primer tomo
de Capitalismo y esquizofrenia
publicado en 1972), este pequeño pero intenso libro sobre el autor de Genealogía de la moral es un verdadero
golpe de martillo a la tradición filosófica vigente hasta entonces.
Resulta conveniente
destacar que, así como Martin Heidegger fue el “filósofo oficial” del régimen
nazi, Nietzsche fue algo así como el “alma espiritual” del Tercer Reich, y que
la labor realizada por los comunistas italianos Giorgio Colli y Mazzino
Montinari (que retrabajaron las traducciones) fue fundamental para entender la
recepción que el “loco de Turín” tuvo en el ámbito de las izquierdas y el
pensamiento crítico tras la finalización de la segunda guerra mundial.
La nueva edición de
las obras de Nietzsche permitió, entre otras cuestiones, “despegar” al autor de
Ecce Homo de las tergiversaciones operadas por su hermana Elisabeth, quien
durante años monopolizó lo que se suponían era libros de Nietzsche y no eran
más que “cortes/pegues” de fragmentos que quedaron consagrados en el
Nietzsche-Archiv organizado por ella, quien se casó con Bernard Forster, un
hombre particularmente antisemita, con quien marchó a fundar una colonia aria
en Paraguay (episodio narrado magistralmente por Ricardo Piglia en su cuento
“El fluir de la vida”). “Deleuze llega a calificar como “suprema traición” la
operación de Elisabeth de intentar poner a Nietzsche al servicio del
nacionalsocialismo, y encuadra esta “fatalidad” dentro del rasgo de “parientes
abusivas” que figura en el cortejo de cada “pensador maldito”.
Momento de auge de
luchas anticoloniales y anticapitalistas, pero también de ascenso de un
profundo cuestionamiento a los “modos soviéticos” de construir el socialismo
(crítica anti-estalinista), los años sesenta/setenta serán también los momentos
en los que aparece fuertemente el cuestionamiento a Hegel y una búsqueda por
ligar el pensamiento de izquierda con una genealogía que recuperaba algunos
autores malditos como Nietzsche y Spinoza. Obviamente, el rescate de Nietzsche
que hacen tanto Gilles Deleuze como Michel Foucault en la Francia de esos años será
fundamental para entender el crecimiento exponencial del autor del Anticristo en el último medio siglo.
Si bien Deleuze ya
había publicado tres años antes un libro (más extenso y profundo) sobre este autor (Nietzsche y la filosofía), el Nietzsche
cobra un relieve particular porque, entre otras cosas, logra una profunda
concentración de ideas en un desarrollo extremadamente breve.
Con dos bellos y
breves capítulos titulados “La vida” y “La filosofía”, Deleuze logra entrar en
los núcleos centrales del pensamiento y el devenir biográfico nietzscheano: la
cuestión de la locura, de las “comunidades de amigos”, el vínculo entre
pensamiento y vida, la salud y la enfermedad, los conceptos de muerte de Dios,
eterno retorno y transvaloración de todos los valores, la función crítico-creadora
del filósofo (“médico” que diagnostica síntomas; “artista” que modela tipos;
“legislador” que determina el rango, que opera como genealogista).
El libro cuenta
además con un diccionario donde Deleuze describe los principales personajes de Nietzsche
(de Ariadna a Zaratustra, pasando por Dionisio y Cristo), y una selección de 34
extractos de textos de sus principales libros.
La edición de este
libro, que hace años no se conseguía en el mercado editorial argentino, resulta
un verdadero convite a introducirse a las lecturas de Nietzsche y de Deleuze, a
revisitar sus planteos intempestivos para seguir desarrollando el pensamiento
crítico en este convulsionado siglo XXI.
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