No
hay autonomía posible sin enfrentar las contradicciones
Por
Gustavo Schnidrig
(Para Contrahegemonía Web)
Desde
abajo y a la izquierda,
el nuevo libro de Mariano Pacheco, es una invitación a reflexionar.
En esta nueva apuesta, el autor analiza el proceso vivido por los
movimientos sociales argentinos desde la posdictadura con un claro
objetivo: realizar una lectura del siglo XXI que sea útil para
desarrollar programas de gestión política en clave popular.
Si autores
como Eric Hobsbwam observaron en el período 1914-1991 el desarrollo
de un siglo corto (el XX), en cuyos extremos se encontrarían el
inicio de la primera guerra mundial y la caída de la Unión
Soviética, bien podría entonces leerse al siglo XXI desde una
perspectiva que le brinde un nacimiento prematuro. Esto es lo que
propone Mariano Pacheco en su nuevo libro, Desde
abajo y a la izquierda. Movimientos sociales, autonomía y
militancias populares,
publicación en la que despliega una vía concreta para repensar la
historia reciente y animarse a rescribirla en sintonía con el aquí
y el ahora propio de los sectores populares.
Para
Pacheco, es posible delinear el comienzo del siglo XXI con la
revolución zapatista de enero de 1994. Es a partir de dicho momento,
dice, donde puede rastrearse una particular trama identitaria de los
procesos de resistencias y de luchas autónomas vividas por los
diferentes movimientos sociales en la Argentina y, por extensión, en
Nuestramérica. Fue en la gesta zapatista, añade, donde logró
levantarse la primera bandera de dignidad frente al capitalismo
financiero, global e intensivo propio del nuevo orden mundial.
Haciendo un
interesante recorrido, en el que analiza tanto las expresiones
ochentistas de toma de tierras como el actual devenir piquetero,
desarrolla un estudio histórico de las estrategias populares que más
se destacaron en el país. Pero además, propone detenerse a observas
las contradicciones propias de estas gestas. Para él, por caso, la
revuelta de 2001 debe ser un faro identitario no solo por la
consagración del estallido popular como forma legítima de disputar
poder en la arena política, sino también por haber expuesto la
herida fundamental de los procesos autonomistas: ¿qué propuesta
hemos sido capaces de elaborar toda vez que se terminó el tiempo de
la denuncia?
Por todo
ello, Desde abajo y
a la izquierda es
un libro que, a diferencia de otras propuestas del autor, propone
parar la pelota narrativa para introducirnos en una instancia
reflexiva. Su intención es la de desplegar pistas que permitan
asumir un diálogo consciente con el pasado vivo, a fin de brindar
herramientas conceptuales para rastrear las grietas del presente más
susceptibles de facilitar el desarrollo de agendas propositivas. O en
criollo: sistematizar los errores del pasado desde una perspectiva
propia para no volver a repetirlos.
En tal
plano, una de las principales inquietudes tomadas por Pacheco fue
esbozada en su tiempo por Rodolfo Walsh. Este periodista y militante
observó con preocupación el hecho de que las militancias autónomas
no pudieran hacer una revisión histórica inteligente del pasado.
Por caso, se preguntaba cómo era posible que sea tan difícil el
tener una lectura justa de las medidas adoptadas por Lenin para
resolver las coyunturas propias de su partido. Lo que notaba Walsh
allí era una falencia de lectura, la cual muchas veces se quedaba en
el análisis llano brindado por las narraciones oficiales y
reproducidas por los aparatos comunicacionales hegemónicos. Lo que
veía, en definitiva, era un cierto déficit
de historicidad,
es decir, un desconocimiento alarmante respecto al pasado que seguía
moldeando el presente.
Pacheco
plantea entonces que, en la actualidad, tal déficit se vería
profundizado a causa de la consolidación de las nuevas lógicas
culturales de consumo provistas por los avances tecnológicos. El
autor razona que es este desconocimiento respecto al pasado (lejano,
reciente y próximo) lo que muchas veces estaría bloqueando las
potencialidades emancipatorias de las nuevas izquierdas. Por ello, se
pregunta: ¿cómo puede instalarse una agenda propositiva, o
generarse marcos de acción creativos, si no se tiene real
conocimiento de los aportes brindados por las diversas tradiciones de
izquierda?
Su gran
propuesta sobre este punto es la de comenzar a generar archivos
históricos que permitan, en algún momento, amigarse con la idea de
pensar programas de izquierda que no dependan siempre de las
voluntades aliancistas peronistas. El libro es un aporte profundo y
serio en tal sentido, y es en la voluntad colectiva por retomarlo y
entablar con él un diálogo concienzudo donde radica su mayor
fortaleza.
La
experiencia santafesina
La
presentación del libro de Mariano Pacheco en la ciudad de Santa Fe
fue organizada por Contrahegemoníaweb y se
realizó el martes 10 de septiembre en la sede de la Asociación de
Trabajadores del Estado (ATE). Además del autor, participaron Eliana
Ramos, referente del partido local Barrio 88, y Federico Di Pasquale,
integrante de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Ambos
aprovecharon la ocasión para narrar las experiencias propias en la
esfera santafesina.
El caso de
Barrio 88 es particular. Se trata de una organización que emergió
hace pocos años como un partido político interesado estrictamente
en disputar la agenda electoral. Ramos resaltó esta particularidad,
explicando cómo el conseguir un sillón en el Concejo Deliberante
representó la consolidación de una interesante estructura para
reforzar y profundizar la militancia territorial. Actualmente, Barrio
88 está presente en varios sectores de la ciudad, donde asume un rol
activo mediante talleres, capacitaciones y actividades varias. El
propio Pacheco aprovechó la ocasión para resaltar esta experiencia
(y otras similares, como la de Ciudad Futura en Rosario), haciendo
foco en cómo la correcta lectura del marco local hizo funcionar una
estrategia que difícilmente pudiese obtener similares resultados en
lugares donde las facciones punteriles y de los partidos
tradicionales tienen la suficiente fuerza como para bloquear su
emergencia.
La UTT, en
tanto, está asentada en la región metropolitana de Santa Fe desde
hace casi cuatro años y está conformada por alrededor de 160
familias (en su mayoría de origen boliviano) de las localidades de
Monte Vera, Chaquito, Paraje La Costa, Ángel Gallardo, Helvecia,
Recreo, Campo Crespo y Alvear. En la presentación, Di Pasquale
retomó las claves del libro para invitar a pensar la situación del
campesinado en el contexto político actual. En tal sentido,
caracterizó a este sector como un tipo particular de trabajador de
la economía popular, cuyos principales rasgos identitarios se
consolidarían tanto a partir de sus tradiciones como de sus
relaciones comerciales con las ciudades linderas. También aprovechó
la ocasión para manifestar la preocupación del sector respecto a la
profunda penetración de la cultura del agrotóxico y del monocultivo
incluso hacia dentro del sector pequeño productor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario