jueves, 24 de octubre de 2019

Contribuir a que el 28 de octubre podamos decir: “¡Macri ya fue!”

Declaración desde la Provincia de Córdoba

Pronunciamiento de la O.L.P. (Organizaciones Libres del Pueblo), los Encuentros de Feminismo Popular, el Colectivo Cultural La luna con Gatillo y Trabajadorxs del Sur Organizado (T.S.O.).

Las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del domingo 11 de agosto de este año se transformaron en un verdadero momento plebiscitario por parte de importantes franjas del pueblo argentino respecto de la gestión Cambiemos, encabezada por el presidente Mauricio Macri, pero también por María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Por eso queremos dejar clara hoy nuestra posición, respecto de las elecciones nacionales del domingo 27 de octubre, en donde entendemos que el Peronismo, expresado en la Fórmula Fernández/Fernández, es el única capaz de derrotar a los principales enemigos de nuestro pueblo, que se concentran detrás de la figura del Ingeniero Macri.
Que el Frente Antineoliberal también albergue en su seno una gran cantidad de enemigos de nuestro pueblo no nos impide visualizar, asimismo, a la gran cantidad de compañeres de ruta que allí vienen construyendo, y dadas las disposiciones de fuerzas presentes hoy en el campo social, resulta difícil pensar en ganar las elecciones desde fuerzas ideológicas y políticas que expresen puramente los intereses de las y los de abajo. Esto no implica reducir nuestra imaginación política a la lógica del mal menor, ni dejar de sostener que es necesario reinventar los modos de hacer política, sino asumir la crudeza de la situación, y la necesidad no sólo de que Cambiemos pierda estas elecciones, sino de que su derrota sea tan contundente como para que no pretendan retornar en cuatro años

FLEXIBILIDAD TÁCTICA, SOLIDEZ ESTRATÉGICA
El no siempre sostenido pero sí persistente proceso de movilización, protagonizado fundamentalmente por el movimiento de Derechos humanos, el del precariado y el de los feminismos (y más esporádicamente de trabajadores del Estado y otros rubros), fueron el telón de fondo de un repudio creciente a la gestión neoliberal, que en diciembre de 2017 se expresó masivamente en las calles de la ciudad de Buenos Aires, incluso con enfrentamientos abiertos contra las fuerzas represivas, que actuaron brutalmente contra las columnas.
En esas luchas por la Ley de Emergencia Social y Alimentaria, por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, contra los despidos y contra la impunidad (caso Santiago Maldonado y 2x1 de la Corte Suprema de Justicia), varias franjas etarias y diversas expresiones sociales y políticas se fueron entremezclando en las calles, haciendo del antimacrismo una bandera. Incluso, algunas corrientes del movimiento popular, como la nuestra, nos expresamos planteando que era necesario radicalizar esas luchas en la búsqueda de gestar un proceso de rebelión capaz de expulsar de la gestión del Estado al neoliberalismo más crudo. Para ello recuperamos una vieja consigna, como “Luche y se van”, con el afán de reactualizar y ampliar la imaginación histórica.
Pero fue recién el 11 de agosto el momento en que nuestro pueblo se expresó de manera clara y contundente. Y lo hizo mayoritariamente y en todo el país; incluso en la ciudad de Buenos Aires, donde Cambiemos permaneció en el primer lugar pero disminuyendo grandes cantidades de votos en relación a elecciones anteriores.
En Córdoba, si bien la cantidad de votos también disminuyó, el macrismo obtuvo un resultado arrollador.
De allí que, como organizaciones populares, hoy nos planteemos la necesidad de intervenir activamente en esta coyuntura, en la búsqueda de que también Córdoba pueda ser un sitio en el que digamos: “Macri ya fue”.
El hecho de que no integremos el Frente de Todos, de que nuestras militancias no se asuman ni peronistas ni kirchneristas sino que actuemos bajo el horizonte de ideales de izquierda (es decir, que entendemos que no es posible llevar adelante un proceso de emancipación sin alterar las relaciones de propiedad y los modos representativos de organizar las instituciones de un Estado que garantiza la explotación y la dominación de clases), no impide que entendamos las urgencias del momento, la necesidad de expulsar al “partido neoliberal” del gobierno por la vía que nuestro pueblo expresó que entendía que era la más eficaz en este momento.
Por este motivo, expresamos que nuestra firmeza respecto de la perspectiva estratégica que enarbolamos (nos negamos a aceptar los consensos de la “democracia de la derrota” que imponen pensar con la revolución en el pasado), no tiene por qué llevarnos a mirar con distracción la coyuntura, que exige ser claros para pensar en posibles cambios en las correlaciones de fuerzas (tanto nacionales como internacionales, puesto que se juegan mucho más que intereses nacionales en esta contienda electoral).
Entendemos que no es momento para tomar definiciones ambiguas respecto del proceso electoral, y porque pensamos que no es posible apostar a construcciones de poder popular sólidas y eficaces en el largo plazo si no logramos sortear en buenas condiciones esta batalla táctica, es que realizamos este pronunciamiento, llamando a Fernández/Fernández contra Macri, y a las izquierdas para bancas legislativas.


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