Declaración desde la Provincia de Córdoba
Pronunciamiento
de la O.L.P. (Organizaciones Libres del Pueblo), los Encuentros de
Feminismo Popular, el Colectivo Cultural La luna con Gatillo y
Trabajadorxs del Sur Organizado (T.S.O.).
Las
Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del domingo 11 de
agosto de este año se transformaron en un verdadero momento
plebiscitario por parte de importantes franjas del pueblo argentino
respecto de la gestión Cambiemos, encabezada por el presidente
Mauricio Macri, pero también por María Eugenia Vidal y Horacio
Rodríguez Larreta en la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Por
eso queremos dejar clara hoy nuestra posición, respecto de las
elecciones nacionales del domingo 27 de octubre, en donde entendemos
que el Peronismo, expresado en la Fórmula Fernández/Fernández, es
el única capaz de derrotar a los principales enemigos de nuestro
pueblo, que se concentran detrás de la figura del Ingeniero Macri.
Que
el Frente Antineoliberal también albergue en su seno una gran
cantidad de enemigos de nuestro pueblo no nos impide visualizar,
asimismo, a la gran cantidad de compañeres de ruta que allí vienen
construyendo, y dadas las disposiciones de fuerzas presentes hoy en
el campo social, resulta difícil pensar en ganar las elecciones
desde fuerzas ideológicas y políticas que expresen puramente los
intereses de las y los de abajo. Esto no implica reducir nuestra
imaginación política a la lógica del mal menor, ni dejar de
sostener que es necesario reinventar los modos de hacer política,
sino asumir la crudeza de la situación, y la necesidad no sólo de
que Cambiemos pierda estas elecciones, sino de que su derrota sea
tan contundente como para que no pretendan retornar en cuatro años
FLEXIBILIDAD
TÁCTICA, SOLIDEZ ESTRATÉGICA
El
no siempre sostenido pero sí persistente proceso de movilización,
protagonizado fundamentalmente por el movimiento de Derechos humanos,
el del precariado y el de los feminismos (y más esporádicamente de
trabajadores del Estado y otros rubros), fueron el telón de fondo de
un repudio creciente a la gestión neoliberal, que en diciembre de
2017 se expresó masivamente en las calles de la ciudad de Buenos
Aires, incluso con enfrentamientos abiertos contra las fuerzas
represivas, que actuaron brutalmente contra las columnas.
En
esas luchas por la Ley de Emergencia Social y Alimentaria, por la
legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, contra los
despidos y contra la impunidad (caso Santiago Maldonado y 2x1 de la
Corte Suprema de Justicia), varias franjas etarias y diversas
expresiones sociales y políticas se fueron entremezclando en las
calles, haciendo del antimacrismo una bandera. Incluso, algunas
corrientes del movimiento popular, como la nuestra, nos expresamos
planteando que era necesario radicalizar esas luchas en la búsqueda
de gestar un proceso de rebelión capaz de expulsar de la gestión
del Estado al neoliberalismo más crudo. Para ello recuperamos una
vieja consigna, como “Luche y se van”, con el afán de
reactualizar y ampliar la imaginación histórica.
Pero
fue recién el 11 de agosto el momento en que nuestro pueblo se
expresó de manera clara y contundente. Y lo hizo mayoritariamente y
en todo el país; incluso en la ciudad de Buenos Aires, donde
Cambiemos permaneció en el primer lugar pero disminuyendo grandes
cantidades de votos en relación a elecciones anteriores.
En
Córdoba, si bien la cantidad de votos también disminuyó, el
macrismo obtuvo un resultado arrollador.
De
allí que, como organizaciones populares, hoy nos planteemos la
necesidad de intervenir activamente en esta coyuntura, en la búsqueda
de que también Córdoba pueda ser un sitio en el que digamos: “Macri
ya fue”.
El
hecho de que no integremos el Frente de Todos, de que nuestras
militancias no se asuman ni peronistas ni kirchneristas sino que
actuemos bajo el horizonte de ideales de izquierda (es decir, que
entendemos que no es posible llevar adelante un proceso de
emancipación sin alterar las relaciones de propiedad y los modos
representativos de organizar las instituciones de un Estado que
garantiza la explotación y la dominación de clases), no impide que
entendamos las urgencias del momento, la necesidad de expulsar al
“partido neoliberal” del gobierno por la vía que nuestro pueblo
expresó que entendía que era la más eficaz en este momento.
Por
este motivo, expresamos que nuestra firmeza respecto de la
perspectiva estratégica que enarbolamos (nos negamos a aceptar los
consensos de la “democracia de la derrota” que imponen pensar con
la revolución en el pasado), no tiene por qué llevarnos a mirar con
distracción la coyuntura, que exige ser claros para pensar en
posibles cambios en las correlaciones de fuerzas (tanto nacionales
como internacionales, puesto que se juegan mucho más que intereses
nacionales en esta contienda electoral).
Entendemos
que no es momento para tomar definiciones ambiguas respecto del
proceso electoral, y porque pensamos que no es posible apostar a
construcciones de poder popular sólidas y eficaces en el largo plazo
si no logramos sortear en buenas condiciones esta batalla táctica,
es que realizamos este pronunciamiento, llamando a
Fernández/Fernández contra Macri, y a las izquierdas para bancas
legislativas.
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