El Argentino conversó con Esteban Rodríguez, abogado y miembro del CIAJ
(Colectivo de investigación y acción jurídica), un organismo de Derechos
Humanos de La Plata, sobre el Departamento de Ocupación Territorial (D.O.T), el
nuevo cuerpo de seguridad de la provincia. Lo que sigue son sus opiniones sobre
el tema.
Por Mariano Pacheco
La del DOT es una de las típicas medidas “tolerancia cero”, explica Esteban
Rodríguez, y explicita que la “tolerancia cero” ha amplificado las tareas para
la policía y, junto con ello, “sus facultades discrecionales”.
-Se
dice que la policía está para prevenir el delito
“Claro,
prevenir significa demorarse en aquellas conductas colectivas cotidianas que si
bien no constituyen un delito estarían creando, supuestamente, las condiciones
para que tenga lugar. Esas conductas están asociadas a determinados colectivos
de pares referenciados como productores de riesgo. El problema son los estilos
de vida, las pautas de consumo, las estrategias de sobrevivencia (como por
ejemplo la venta ambulante o los cuidadores de coches) y pertenencia (juntarse
en las esquinas, usar los espacios públicos para escuchar música, charlar,
pintar grafittis, etc.) que desarrollan estos grupos de pares para resolver
problemas materiales o identitarios. Estrategias que son redefinidas por los
funcionarios como hechos vandálicos”.
-¿Qué
rol puede jugar el DOT?
-Hasta ahora la
´tolerancia cero´ se empleaba en el centro de la ciudad y se actualizaba a
través de las ´detenciones por averiguación de identidad´. A través de las
detenciones sistemáticas, la policía le marcaba el territorio al pibe. Cuando
un policía detiene a un joven en el centro lo que le está diciendo es que no lo
quiere ver más por ahí, que regrese a su barrio. Ahora, a través del DOT se
trata de llevar la ´Tolerancia Cero´ a los barrios más humildes. Con ello, se
establecerá una suerte de estado de sitio para los jóvenes morochos de aquellas
barriadas. Esto es una violación de los derechos humanos: confinando a los
jóvenes en sus barrios, se les impide el acceso a la ciudad, se viola el
derecho a la identidad, a la recreación, a la reunión, a circular libremente”.
-Política
de diálogo cero…
-Si
para la policía común pasear era merodear, juntarse en la esquina era visto
como ´disturbios´, y el cuestionamiento como ´resistencia a la autoridad´, con
el DOT eso directamente no pasará. Porque el DOT es una fuerza de choque, un
grupo especial formado y entrenado por la Infantería. No es un grupo que estará
abierto y dispuesto al diálogo sino a la acción directa. De hecho, etimológicamente,
infantería viene de infante, que significa, ´el que no habla´. Cuando llega la
infantería, cuando llegue el DOT, llegarán para intervenir a través de la
fuerza, nunca a través de la palabra. Razón por la cual esta fuerza lejos de
crear mejores condiciones para dialogar va a profundizar los malentendidos y
las conflictividades sociales”.
“Usinas
del miedo”
Para
Esteban Rodríguez la militarización de los barrios pobres lo único que hace es
estigmatizarlos, porque “tienden a certificar los prejuicios que ya cargan
estos lugares que son vistos, como diría la antropóloga María Carman, como
´usinas del miedo´, productores de inseguridad, delitos”. De esa manera los
pobres son revictimizados con las políticas de seguridad”.
¿Hay
otra seguridad?
-En
la Argentina la seguridad sigue abordándose desde el paradigma policialista. Seguridad es
igual a policía y esa policía está para custodiar el orden público y las
espaldas del funcionariado de turno. Por el contrario, somos muchos los
pensamos que la seguridad no empieza y termina en la policía. Sin lugar a
dudas, la policía es una agencia importante. Pero cuando los conflictos
sociales son multicausales se necesitan respuestas multiagenciales. De allí que
los ministerios de seguridad tendrían que ensayar alianzas estratégicas con
otras agencias del mismo Estado para hacer frente a conflictos que tienen
causas muy diversas. Eso por un lado, porque por el otro, desde el paradigma de
la ´seguridad democrática´ no se trata de proteger al Estado de la sociedad sino
los derechos fundamentales de los ciudadanos.