miércoles, 27 de enero de 2016

De tango y lo demás

Para bien o para mal somos tangueros*

El interés que logra captar el tango entre los habitantes de la ciudad del tajamar es creciente. Sin ir más lejos, entre los eventos culturales que tanto los turistas como los locales venimos pudiendo disfrutar durante enero, están vinculados con este género.

Por Mariano Pacheco
(@PachecoenMarcha)


Tanto hoy (miércoles 27 de enero), como el miércoles 10 de febrero, desde las 21 horas en la explanada del Reloj público de la ciudad, habrá un espectáculo de “baile abierto”. Este viernes 29 de enero, a partir de las 20 en el Museo Dubois, se llevará adelante el ciclo “Cuando el Tango se hace Poesía”, donde se presentará el libro “Querido tango”, se desarrollará una interpretación poética a cargo de José Luis Thomás y también actuará el Ballet Municipal, bajo la dirección de Mario Siandro.
“Para bien o para mal somos tangueros”. La frase pertenece al poeta Francisco Urondo, y fue escrita para presentar, en 1964, el primer disco del grupo de Juan “Tata” Cedrón, primero trío y luego cuarteto. En aquél lompley, la música de Cedrón se entremezcla con la poesía recitada de Juan Gelman, y textos del mismo autor musicalizados por el Tata. Era el inicio de una nueva generación en el género, y un modo novedoso de cruzar poesía y canción.
El tango, surgido en los suburbios de Buenos Aires promediando la década del 70 del siglo XIX, no solo ha logrado sostenerse por casi un siglo y medio, sino que ha mutado, se ha extendido, y hoy puede verse, aprenderse, escucharse, bailarse en distintos lugares del país, donde los “circuitos tangueros”, donde se mezclan turistas extranjeros y locales, crece cada día.
Es que en los orígenes mismos del tango está presente la mezcla: entre inmigrantes y criollos, entre ritmos locales y extranjeros. Desde los tiempos de Ángel Villoldo primer referente del tango “cantado” (para orgullo del oficio, también periodista que escribió en la revista Caras y Caretas y trabajó como tipógrafo en el diario La Nación), a la actualidad, el tango ha pasado por distintos momentos, sin dejar nunca de expresar esa mezcla cultural que se ha ido reactualizando a lo largo de las décadas.
A contrapelo de lo que sucedió durante la década del 90, en donde la cultura tendió a universalizarse sin dar cuenta de las diferencias nacionales (la proliferación de shopings y Mc Donals, dos entidades que aún hoy no están presentes en Alta Gracia, son una muestra acabada de lo aquí planteado), en los últimos años ha crecido en el país cierta perspectiva, impulsada por gobiernos de distintos signo político, que tiende a exacerbar ciertos caracteres del lugar: no solo el “cordobesismo” propugnado por el ex gobernador José Manuel De la Sota (Unión por Córdoba), sino también el Movimiento Popular Neuquino (que lleva más tiempo aún en la gestión del Estado provincial), o incluso el recientemente electo presidente de los argentinos, el ex jefe de gobierno porteño Mauricio Macri (que ascendió al poder de la mano del Pro, un partido surgido de las entrañas de la ciudad-puerto).
Como sea, y más allá de las preferencias electorales del lector, lo que aquí se trata de subrayar es que el tango muchas veces fue identificado como música de Buenos Aires, como “cosa de porteños” (y así, el cuarteto, como contracara, sería “la” música de los cordobeses). Sin embargo, durante las últimas décadas, han surgido y se han desarrollado milongas, escuelas de baile y de canto y eventos culturales ligados al género en distintos lugares del país. Cada vez más personas viajan del exterior hacia Buenos Aires para aprender y respirar cierto aire tanguero, y allí se enteran de que experiencias similares pueden encontrarse en otras latitudes de la geografía nacional, desde La Quiaca a Tierra del Fuego, pasando por el corazón mismo del país.
Es que para bien o para mal, ya lo dijo “Paco” Urondo, los argentino, somos tangueros.

*Nota publicada en el sitio web del periódico Resumen de la región (Alta Gracia-Córdoba)


martes, 26 de enero de 2016

Conversaciones con el cantautor rosarino Adrián Abonizio

UN POETA CON GUITARRA*

Por mariano Pacheco
(@PachecoenMarcha)


Conversaciones con Adrián Abonizio. De paso por Alta Gracia, donde participó del 10° Encuentro de Cantautores (en el que se le rindió un homenaje), realizado la Librería y Espacio cultural Hora Libre, el artista referente de la Trova Rosarina conversó con este cronista sobre los 40 años de su canción "El témpano" y otras cuestiones.



A veces resulta difícil definir a un cantautor. Tal vez pensando en Adrián Abonizio, podríamos decir que la definición que más se acerca es la de un poeta con guitarra. Para el artista rosarino, parafraseando a Atahualpa Yupanqui, su oficio es el de “cantar opinando”, o dicho de otro modo, un cantautor es “un tipo que ve cosas y puede darse el lujo de expresarlas con una guitarra, que puede explayarse contando cosas que otros tal vez no ven”. Así, al menos, lo expresa en la conversación que mantiene con este medio, en su paso por Alta Gracia. Ciudad que visita todos los veranos desde, por lo menos, hace diez años.
El gran compositor de la Trova Rosarina se presenta por su nombre, y agrega: “clase 56, exento de Malvinas, por suerte para mí, aunque no para los que fueron”. Dice que es compositor de canciones, “entre otras cosas”. Hace 40 años compuso “El témpano”, la canción que interpretó Juan Carlos Baglieto y que llevó al cantautor a un importantísimo reconocimiento artístico. “No me creo nada, ni uno puede decir que mide la dimensión de lo que ha hecho, pero me imagino que el tema remite a mucha gente a su pasado, y eso en algún punto es algo nostalgioso. No digo que esté mal, pero en mi caso, cuando la canto, la pienso en presente, y me digo: no todo está perdido. Lo que nos queda es no caerse y seguir con las convicciones firmes”, cuenta Abonizio en diálogo con este cronista. (“A veces cuando pienso que todo está perdido, voy hacia una de las formas de la muerte”. Así empieza “El témpano”, canción cuya estrofa más conocida seguramente sea: “Voy hacia el fuego como la mariposa, y no hay rima que rime con vivir... no te pares, no te mates, solo es una forma más de demorarse”.
Durante una década, doce de sus canciones estuvieron esperando ver la luz, hasta que en 2011 lo hicieron a través de “Tangolpeando”, el disco que editó luego de seis años de no grabar nada y cuyo texto de presentación está a cargo del reconocido periodista cultural Sergio Pujol, historiador especializado de la música nacional.
Abonizio no se explaya en discursos políticos ni emite extensas opiniones sobre la situación que atraviesa el país, pero como todo gran poeta logra en pocas líneas definir una posición existencial. Tal vez por eso, para rematar la charla, dice: “somos como soldados derrotados de un ejército invencible”.

*Nota publicada en el periódico Resumen de la región (Alta Gracia-Córdoba).








miércoles, 20 de enero de 2016

El problema de los argentinos

Apuntes en un cuaderno (azul) de tapa dura

Por Mariano Pacheco
(@PachecoenMarcha)




El problema son los ñoquis. Sí. Ahora. Ahora el problema son los ñoquis. Los ñoquis y los vagos. Los que piden monedas. Los trapitos. Los que venden estampitas. Que venden, va. Que te extorsionan con la imagen de un santo. O de la Virgen. Virgen deberían ser esas chicas. Esas mugrosas. ¡Que vayan a laburar! El problema es que no quieren laburar. Les das un trapo de piso y salen corriendo. Que se van a poner a limpiar. Igual hay que tener cuidado. Le das la mano y te toman el codo. Le abrís la puerta de tu casa y te roban. Las negras siempre roban. Te roban tu casa. Y si te descuidas te roban el marido. O te lo toman prestado. No te lo sacan del todo. Te lo llevan por un rato. Las negras se calientas con los tipos de guita. Se hacen la croqueta. Se piensan que ellas también serán como las negras de las novelas: lograr que un tipo lindo y de guita se enamore de ellas. Pero eso sólo se ve en las pantallas. Y las negras no son negras. Son blancas que actúan de negras. De provincianas. Igual también están los blanquitos que son negros de alma. Los que salen a la calle a hacer quilombo. Porque le dicen protesta pero es hacer quilombo. Una cosa es salir con una olla y una cuchara, como puede hacer una de nosotras, que se yo, a hacer un poco de ruido, y otra cosa es cortar una calle. Prender fuego. Los tipos sin remeras, todos sudados. ¡Que vayan a la-bu-rar! Pero que van a laburar estos... Queres un electricista y no hay. Querés un plomero, y no hay. Queres uno que te destape el baño al menos, tampoco hay. Siempre tienen otros trabajos “pendientes”, te dicen. Por una pendiente habría que tirar a todos esos negros de mierda. Y a las negras. Solo salen a pedir. O a “protestar”, como le dicen. Las minas llenas de críos alrededor. Claro, por unos mangos que les llueva de arriba las negras ya van y tiene hijos. No uno o dos. O tres. ¡No! ¡Un montón! Las negras se llenan de críos. Y de perros. Y de gatos. Se creen que todavía están esos ranchos del interior de donde vienen. Pero no. Están en la ciudad. Pero bueno. Esto no es de ahora. Antes también. Los negros se hacían los cocoritos en la época de la yegua. Decí que se murió. La mató el cáncer. Decí, que sino alguien igual la habría matado, a ese macho con polleras. Hubo blancos también igual he… Blancos que eran negros de alma. Nenes de mamá contaminados por los negros. Se hacían los héroes metiéndose en la guerrilla. Decí que los mataron a todos. Bueno, no. A todos no. A casi todos. Si los hubiesen matado a todos la cosa se habría terminado. Pero no se terminó. Los negros son así: se multiplican. ¡Otra que los panes de Cristo! Los panes, la harina y la grasa. Este país está lleno de grasa. Otra que tortafritas. Una torta de tortafritas se puede hacer con tanta grasa. Una gran torta. Este país está lleno de tortas. Y de putos. Sí, si ahora hasta se pueden casar. Y tener hijos. Y andar mostrando obscenidades por ahí. El otro día salí de casa y me topé con dos tortas de la mano, caminando como si nada. Y dos putos dándose un beso en medio de la plaza. Mirá si los ven los nenes. ¡Qué degenerados! Pero así estamos: rodeados de putos, de tortas, de cirujas, de negros, de grasas, de ñoquis. ¡Se podría poner un supermercado con todo eso! Pero no. Ni siquiera. Porque ni un negocio como se debe se puede tener en este país. Porque vienen las bolivianas y se te sientan a vender cosas en la puerta. Todo el día ahí sentadas las peruanas. Peruanas no. Bolivianas. Bueno, no sé, es lo mismo. Las negras esas olorientas. Y sus maridos. ¡Qué olor tienen esos tipos! Y sí. Habría que hacer un supermercado con toda esa grasa disponible. O no: se los podría sacar de la Villa y meterlos… En una gran villa. Sí. Pero todos juntos. Los negros, las negras, las tortas, los putos, los peruanos, las indias, las bolitas, los choritos, los que protestan, todos. Meterlos a todos en una villa y prenderla fuego. Y sí, que pase un avión y los mate a todos. De una vez. A ver si así se dejan de joder…

viernes, 15 de enero de 2016

La resistencia después del final: Norma Arrostito 

(Extracto del libro Montoneros silvestres. 
Historias de resistencia a la dictadura en el Sur del Conurbano)

El 15 de enero de 1978, luego de permanecer secuestrada durante más de un año en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), los marinos asesinaron a Norma Esther Arrostito[1]


Gaby —la Gaviota, como alguna vez la había bautizado la hija de Jorge Lewinger— era la única mujer entre los fundadores de Montoneros. Había sido la compañera de Fernando Abal Medina (entonces número uno de la organización) y tras la ejecución del ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu —acción con la que Montoneros se presenta públicamente a la sociedad argentina— Arrostito aparecía entre las caras de los peligrosos «delincuentes subversivos» más buscados del país. Eso había sido a mediados de 1970. Seis años después, en diciembre de 1976, La Gaby —junto con Mario Eduardo Firmenich— era la única sobreviviente de aquel «grupo originario» de Buenos Aires[2].


Ni bien se enteró de su muerte (en realidad, de su «secuestro», aunque para todos, en aquel momento, La Gaby había sido acribillada en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora), Gonzalo Chaves se dejó llevar por su cuerpo en una larga caminata por distintas barriadas de Quilmes: La Cañada, Villa Itatí, La Florida, Kolynos… Para su sorpresa, según le contó alguna vez a su compañero Jorge Lewinger, se encontró con que, en muchas casas humildes, de familias obreras, peronistas, tenían velas encendidas en su memoria. «Qué ceguera la nuestra de no percibir la trascendencia de la flaca Norma, de lo que ella representaba para muchos hombres y mujeres de nuestros barrios. Porque Norma para nosotros era una gran compañera, una valiosa mujer, pero una más entre muchas. Ocupaba un lugar importante en la organización, pero no de los más prominentes. Había un abismo entre lo que mucha gente sentía por ella y lo que decían nuestras evaluaciones internas».
Para casi todo el mundo La Gaby había sido asesinada.   Así lo publicaron los diarios el 3 de diciembre de 1976, en base a la información que el régimen había puesto en circulación: «El Comando de la Zona 1 informa que como resultado de las operaciones de lucha contra la subversión en desarrollo, fuerzas legales llevaron a cabo una operación el día 2 de diciembre, a las 21 horas, en (Manuel) Castro y Larrea, de la localidad de Lomas de Zamora. En esa oportunidad fue abatida la delincuente subversiva Esther Norma Arrostito de Roitvan, alias Norma, alias Gaby, una de las fundadoras y cabecillas de la banda autodenominada Montoneros».
De hecho, la propia organización publica en febrero de 1977, en el Nº 15 de la revista Evita Montonera, una nota titulada «Norma Arrostito: ejemplo de mujer combatiente».
Dos días después de su ejecución hubiese cumplido 38 años. Desde fines de 1971, principios de 1972, Arrostito formaba parte de la Columna Sur de Montoneros. Había iniciado su militancia en el Partido Comunista/Federación Juvenil Comunista en 1965, pero luego de un breve paso por el comunismo argentino, Arrostito ingresó a la organización fundada por John William Cooke y Alicia Eguren: Acción Revolucionaria Peronista (ARP). Tiempo después se vinculará a los grupos de jóvenes que se nucleaban alrededor de Juan García Elorrio, director de la legendaria revista Cristianismo y Revolución. Dos años después ya integraba el Comando Camilo Torres. Allí conoció, entre otras personas, a Graciela Vicki Daleo.
En la ESMA Vicki escuchó que se decía que La Gaby también estaba allí, pero recién lo creyó cuando la vio. Arrostito permanecía por lo general apartada de todo el resto, cuenta Daleo. Y agrega que a La Gaby la sacaban para ir al baño, para exhibirla ante otros prisioneros (buscando desmoralizarlos) y como «trofeo», frente a integrantes «jerárquicos» de otras fuerzas.
Muchos militantes montoneros que sobrevivieron al horror coinciden en subrayar que Arrostito era todo un símbolo de la militancia revolucionaria en general y de la organización en particular. Y que su actitud fue ejemplar en todo momento: primero ante su secuestro (se tomó una pastilla de cianuro y se la sacaron de la boca); luego ante su llegada a la ESMA (sacó de su corpiño una segunda pastilla y la ingirió, sin suerte, puesto que los marinos lograron quitársela otra vez); más tarde frente a la tortura (nunca delató nada ni a nadie). Por último, frente a la posibilidad próxima de la muerte. Cuando Graciela Daleo se enteró de que le habían aplicado una inyección se entristeció doblemente. Ella había pedido que la fusilaran, sin taparle los ojos ni maniatarla, como se merecía una combatiente, cuenta Vicki. La frase que le escuchó decir («Yo no colaboro») fue como un emblema, que marcaba que la resistencia montonera seguía también adentro de la ESMA.
En las barriadas del Sur del Conurbano Bonaerense, con los años, la firme actitud de Arrostito se transformó en leyenda. Junto con los testimonios de los sobrevivientes comenzaron a circular versiones que con el paso del tiempo fueron difíciles de corroborar y a cada vez menos personas les interesó hacerlo. La Gaby había sido una de las fundadoras de Montoneros. La Gaby había sido una de las grandes protagonistas de las movilizaciones y acciones de lucha (de masas y armadas) que habían permitido el regreso al país del General Perón, luego de 18 años de exilio, de proscripciones, persecuciones, cárdeles y asesinatos. La Gaby había sido una de las que enfrentó «la traición» de Isabel y «El Brujo» López Rega. La Gaby había sido una de las que resistió a la dictadura más cruenta de la historia argentina. La Gaby había sido una de las que intentó no caer con vida en manos de sus enemigos. Y —dicen— La Gaby cantaba la marcha peronista mientras la torturaban.
Quienes la conocieron cuentan que su aguerrido comportamiento de combatiente no le impedía dedicar un tiempo diario considerable a elegir qué ropa usar, a maquillarse, a «ponerse linda», como se dice popularmente. También que tenía una hermosa voz, y que le encantaba cantar zambas.




[1]. La historia de Norma Esther Arrostito es ampliamente conocida. De hecho hay un libro de Gabriela Saidón (La montonera. Biografía de Norma Arrostito) y un film documental dirigido por César D’Angiolillo: Norma Arrostito, Gaby La Montonera, que describen su itinerario biográfico.

[2]. Para una reconstrucción de los grupos originarios que parieron la organización guerrillera urbana más importante de América Latina, puede consultarse el libro de Lucas Lanusse: Montoneros, el mito de los 12 fundadores.

“Hacer del hábitat un espacio para la vida digna”

Se consolida el Encuentro Provincial de Tierras

Por Mariano pacheco*
(Nota publicada en Marcha)

El pasado sábado 9 de enero, se realizó en la localidad cordobesa de Anisacate la primera reunión del año del Espacio de Lucha por la Tierra, que nuclea a una docena y media de territorios en lucha de la ciudad de Córdoba y el interior provincial.



Unos 50 kilómetros después de la ciudad de Córdoba, hacia al sur, yendo por la ruta nacional N° 5 que conecta la capital provincial con Villa General Belgrano, se encuentra Anisacate, una de las pocas localidades que no es Comuna sino Municipio. Allí se realizó la primera reunión del año del Espacio de Lucha por la Tierra. Los vecinos de Villa Río que oficiaron de locales se vienen haciendo oír en la zona, ya que han realizado en noviembre pasado algunas protestas en repudio al “merodeo” y la “intimidación” que padecen por parte de empresas desarrollistas que envían topadoras con la intención de demoler las viviendas de las 40 familias que viven allí desde 2008. Laura Barroso cuenta que de los nueve imputados de Villa Río, ninguno ha sido todavía citado a declarar, porque las imputaciones se dieron justo cuando la justicia ingresaba en Feria judicial, así que se encuentran más tranquilos, al menos, momentáneamente. “Para nosotros, que tenemos menos experiencias que otras tomas, es muy importante aprender: sobre cómo organizan las finanzas, las dinámicas de construcción que se dan, como producen o llevan la comunicación”.

Desde abajo y a la izquierda


Tal como contó en su momento el Portal de Noticias Marcha, el Encuentro Provincial de Tierras surgió en julio de 2014, como respuesta de los actores en lucha a lo que fueron las violentas y conflictivas jornadas del 2013.  Se realizó en la localidad de Piedra Blanca, también al sur de la capital, donde actualmente funciona una cooperativa autogestionada de pollos (Gallo Rojo). Un mes después, el fin de semana del 16 y 17 de agosto, sesionó en los terrenos de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba el 1° Encuentro Nacional por la Tierra y la Vivienda, del que no se han realizado otros encuentros, al menos hasta el momento. Pero en noviembre del año pasado, como también narró este Portal, se realizó en la localidad cordobesa de Cuesta Blanca el 2° Encuentro Provincial de Tierras, que coaguló un año intenso trabajo e intercambio político entre los distintos territorios en lucha por la tierra, junto con el Encuentro de Organizaciones y otros espacios del campo popular cordobés.
En diálogo con este cronista, presente en el lugar, Damián Lobos –referente del Encuentro de Organizaciones– comenta que los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2015 han sido particularmente complejos, porque han avanzado los procesos de judicialización de muchos protagonistas del espacio, pero que de todos modos, si bien la coyuntura indica que lo jurídico tendrá una preponderancia, el desafío es justamente “no juntarnos por estrategias defensivas (que obviamente no podemos dejar de abordar), ya que lo principal que se nos presenta hoy, el gran desafío para 2016, es ver como potenciar proyectos autónomos y de construcción territorial más importantes”. Lobos remarca asimismo que las reuniones mensuales que vienen sosteniendo desde hace tiempo han ido consolidando el espacio, y que por eso, más allá de las estrategias jurídicas, aparecen con fuerza otros ejes de articulación, las estrategias de edificación, los desarrollos productivos, el acceso a servicios y la preservación medioambiental. Asimismo se plantea el desarrollo de una estrategia conjunta en relación a cómo abordar el vínculo con la nueva gestión del gobierno provincial, con quienes se consiguió abrir algunas puertas de diálogo hacia fines del año pasado. A propósito de las reuniones mensuales comentó que “estos espacios son fantásticos porque permiten el intercambio. Es un orgullo ver cómo empieza a consolidarse como espacio político en sí mismo, y ese precisamente es uno de los objetivos centrales para este año: estructurar la docena de territorios en lucha que vienen manteniendo un mayor compromiso con el espacio, para poder proyectar una agenda común de trabajo en torno a la edificación de viviendas y el acceso a los servicios básicos, además de una articulación con espacios urbanos”.

Otras voces, otros ámbitos
Florencia, de San José de la Quintana, cuenta que tal vez la de ellas sea la ocupación más pequeña, ya que habitan un lote entre tres mujeres, con sus hijos. También participan de la Feria de Artesanos de Villa La Bolsa, vendiendo sus producciones autogestivas de libros, que ellas mismas fabrican (“sin patrón”, aclara).
Ana, del barrio 12 de Julio (Córdoba capital), destaca el hecho de estar tranquilos, ahora, luego de dos años, ya que pueden entrar materiales para la construcción sin que la policía se los impida. “Tenemos luz y estamos construyendo una cisterna porque tenemos agua pero hay escasez”, cuenta. Y agrega: “hoy vinimos por primera vez a un encuentro mensual. Solo habíamos participado del anual. Y volvemos con muchas pilas, porque pudimos compartir nuestra experiencia a otros que están empezando, y aprender de quienes tienen sus tomas más desarrolladas”.
Carlos Segura también vive en Córdoba capital. Es parte de las 22 familias que han sido estafadas en Villa El Libertador por Héctor Raúl Messio, quien pretendió desalojarlas –sin éxito– de sus viviendas. “Hemos realizado una denuncia penal y este hombre está por ser imputado, ya que hay 420 expedientes que están en manos del Fiscal General”, comenta. Para él, este primer encuentro del año los hace volver fortalecidos, porque nunca –dice– se termina de aprender.
David Escole, de Cuesta Blanca, relata que el fin de año estuvo caracterizado por una “andanada judicial”, pero que no avanzaron porque más allá de la feria judicial, pudo comprobarse antes que no han cometido delitos, porque son poseedores efectivos de las tierras y no usurpadores. “Nuestra participación en este encuentro apunta a fortalecer un espacio en el que encontramos contención y nos permite una articulación práctica, que nos potencia como personas y como proyectos colectivos, porque apostamos a gestar un nuevo paradigma social”.
Lucas, a quien todos nombran por su apodo (“El Chino”), participa de la ocupación de Parque Las Rosas, que se sostiene desde principios de septiembre del año pasado. En diálogo con este medio afirma que, a pesar de toda la intimidación policial que han padecido –y aun padecen, ya que no les permiten ingresar materiales para la construcción– ya se encuentran habitando el predio unas diez familias. “Hemos conocido y aprendido mucho de otras tomas hoy, que han pasado por la misma situación que nosotros y han salido adelante”.
Matías, que vive en una de las ocupaciones de tierras en Río Ceballos y participa de la FM La Curva –radio comunitaria de Salcipuedes–, rescata el hecho de que sus pares de Anisacate hayan construido sus casas con los materiales de la zona, apostando a no destruir la naturaleza sino a redireccionar los elementos presentes en el ambiente, sin modificar el hábitat. También insiste en la importancia de las mingas y la construcción comunitaria, que “ayudan fortalecer un trabajo cooperativo y a tejer lazos de amistad con los vecinos”, dice. Y luego remata: “hay que sentir el entorno para hacer del hábitat un espacio para la vida digna”.



*Ensayista y periodista radicado en la ciudad de Alta Gracia, provincia de Córdoba (Argentina). Conductor del programa “La luna con gatillo: una crítica política de la cultura”, que se emite por la Radio  Eterogenia del Centro Cultural España-Córdoba. Autor de los libros De Cutral Có a Puente Pueyrredón, una genealogía de los Movimientos de Trabajadores Desocupados; Kamchatka. Nietzsche, Freud, Arlt: ensayos sobre política y cultura; Montoneros silvestres. Historias de resistencia a la dictadura en el Sur del Conurbano (1976-1983) y co-autor de Darío Santillán, el militante que puso el cuerpo. Colaborador de distintos medios periodísticos del país.


martes, 5 de enero de 2016

La Luna con Gatillo, según el artista plástico Diego Abú Arab

Diego Abú Arab acompañó en 2015, con sus dibujos, esta trinchera radiofónica que hemos erigido en Eterogenia


Gracias Turco!


“Ya no soy de aquí; apenas me siento una memoria de paso. Mi confianza se apoya en el profundo desprecio que siento por este mundo desgraciado. Le daré la vida para que nada siga como está”. 
Francisco “Paco” Urondo,  poema sin nombre.


 Con este poema no tomarás el poder, dice. Con estos versos no harás la revolución, dice. Ni con miles de versos harás la revolución, dice. Se sienta a la mesa y escribe.
Juan Gelman, “Confianzas”.


  “Aunque rajemos ante la superioridad del enemigo, nunca nos sentimos derrotados. Nos acordamos de una trompada, de un piedrazo, un enemigo caído. Y al revivir los momentos heroicos de la lucha, nos vamos convenciendo de que, en verdad, no fuimos derrotados”. 
Guillermo SaccomannoEl pibe.


"Buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno y hacer que dure, y dejarle espacio”. 
Ítalo CalvinoLas ciudades invisibles


“El ´escritor comprometido´ sabe que la palabra es acción; sabe que revelar es cambiar y que no es posible revelar sin proponerse el  cambio. Ha abandonado el sueño imposible de hacer una pintura imparcial de la sociedad y la condición humana. El hombre es el ser frente al que ningún ser puede mantener la neutralidad”.
 Jean Paul Sartre, ¿Qué es la literatura?


“La literatura permite pensar lo que existe, pero también lo que se anuncia y todavía no es”. 
Ricardo PigliaFormas breves



lunes, 4 de enero de 2016

CONVOCATORIA- Por Eduardo "Carlón" Pereyra Rossi*

Convoco a los que todos los días se levantan y salen a yugarla por migajas que no alcanzan, a que se rebelen. 


Convoco a los que todos los días vacilan en ir o no ir al templo que envejece los corazones.
Convoco a los que caminan sin rumbo en una tarde cualquiera, buscando una razón.
Convoco a los pacíficos que no están cumpliendo con su deber a pesar de sus buenas intenciones.
Convoco a los que no comen lo suficiente ni se abrigan lo necesario y tienen sed torrencial.
Convoco a los pequeños de ambiciones que dejan a los demás ambicionar más de la cuenta.
Los convoco a dar vuelta el pullóver, a pegarle al prepotente y a escupir en la cara a los que no han sido convocados.
Los convoco a romper lo que no sirve, a perpetrar los robos necesarios, y a recuperar lo perdido.
Los convoco a cagarse en el miedo y patear las puertas donde encerrados están los condenados.
Los convoco a abrir las cárceles a ventilar las tumbas y a levantar las calaveras de los hermanos heridos de muerte.
Los convoco a abrazarse en las plazas del país, a escribir los muros, y a fusilar a los fusiladores.
Los convoco a no atar nada, sino a despedazar las cadenas.
Los convoco a agitar banderas y colores y correr liberados por las calles y por los campos húmedos de rocío.
Los convoco a ser sinceros, a putear a los hijos de puta, a desobedecer al tirano, a amar sin límites y a odiar.
Y si, a ésa convocatoria por impolítica no concurre nadie, ¡Mala leche! Quedan entonces convocados al entierro de la vida del que tuvo ésta pésima idea.
Sí a ésta convocatoria vienen algunos, pero no todos los convocados, no importa, en la próxima seremos más.
Y, si a ésta convocatoria, vienen todos los convocados, la cordura habrá invadido en Revolución nuestro país para siempre.



*Fue el responsable, el miembro de la Conducción Nacional de Montoneros encargado de ejecutar la Contraofensiva en toda la Zona Sur del Conurbano. Fue ascendido luego de que el comandante Hernán (Horacio Mendizábal), entonces jefe del Ejército Montonero, fuera asesinado en el país. Tenía 33 años cuando lo mataron, y era miembro de la Conducción Nacional de Montoneros. Fue estudiante de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y militante de Juventud Peronista. En 1971 fue detenido por tenencia de arma y documento adulterado. Salió en libertad con la amnistía presidencial del 25 de mayo de 1973. En 1975 se hizo cargo del sector de Prensa de la organización y 1976 fue responsable de la Columna Sur. En 1977 salió del país rumbo a México, donde desarrolló actividades de prensa y difusión, y más tarde coordinó una base de entrenamiento de Montoneros. Retornó al país en 1980, con la segunda Contraofensiva. Tenía entonces el grado de oficial superior y segundo comandante montonero. Estaba en pareja con Estela Cereseto, quien guardó los poemas que fue escribiendo en esos años de batallas. Murió enfrentando a la última dictadura. Junto a Osvaldo "El Viejo" Cambiasso, fue secuestrado en Rosario y asesinado el 14 de mayo de 1983, en Lima, partido de Zárate, provincia de Buenos Aires. Luis Patti siempre fue señalado como el responsable (del libro MONTONEROS SILVESTRES. Historias de resistencia a la dictadura en el Sur del Conurbano)-