Este es para mí el año de descubrimiento de Tamara Kamenszain (así como 2024 fue el de Marguerite Duras). Lo comencé leyendo “Libros chiquitos”, uno de los ejemplares de esa colección (Lector@s de la editorial Ampersand) que vengo siguiendo con atención.
“El libro de los divanes”, leí por ahí hace algunos
meses. Quise leer ese texto por el título, pero no lo conseguí. Finalmente
compré “La novela de la poesía”, que es el título que lleva este ejemplar de
450 que reúne la poesía completa de esta escritora argentina.
Comencé, obviamente, por el último (incluido en esta
segunda edición lanzada por Adriana Hidalgo Editora): luego lo trabajamos en el
Laboratorio de Experimentación narrativa “Escrituras sintomáticas” y quedé
manija.
El entusiasmo y ciertas inquietudes por el vínculo entre
literatura y ciudad (y, sobre todo, la de Buenos Aires), me llevaron a leer
luego “Tango bar”, hasta que finalmente tomé una decisión: cada mañana,
evitaría prender la compu al levantarme, dejar de lado el celular, y leer en
cada desayuno uno de sus libros de poesía, registro que ni escribo ni analizo (aunque
ahora mi amigo y compañero de ruta Roberto García –coordinador de la Escuela de
Literatura Aldo F. Oliva junto con Retamoso– me anda pasando unas pistas de
lectura para que remedie mi ignorancia al respecto).
Hoy finalmente terminé de leer el volumen completo. Pego
abajo algunos tramos de que subrayé de “El libro de los divanes”.
Por
suerte hay otra línea de lectura, siempre hay otra…
Escribir
se escribe para constatar que no hay ningún inconsciente que aguante…
El
diván le cierra la boca, lo que no vale la pena decir
¿Escribir
y asociar libremente tienen algo que ver?
Para
mi padre el psicoanálisis era
una
cosa de locos
para
mis hijos es como ir al dentista.
Una
rutina un poco dolorosa, un poco lenta
a la
que acuden porque su madre insiste.
Psicoanálisis,
literatura, teoría, política es el viaje
del
que una y otra vez me bajo ya lo dije
con
la cabeza quemada
La
consecuencia del pase entonces
parece
ser:
graduarse
de sí mismo y
si uno ya es analista
graduar
a los otros.
P.H: la postal la sacó Marie Guzzo en el bar Nica cercano a Plaza de Mayo, y es del día que
empecé con las lecturas, en uno de nuestros rituales de fin de semana de
meternos en un bar a tomar café, conversar y leer un rato cada uno por su
cuenta algún librito
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