sábado, 21 de septiembre de 2019

Sobre el libro Desde abajo y a la izquierda y su presentación en Santa Fe


No hay autonomía posible sin enfrentar las contradicciones

Por Gustavo Schnidrig 
(Para Contrahegemonía Web)



Desde abajo y a la izquierda, el nuevo libro de Mariano Pacheco, es una invitación a reflexionar. En esta nueva apuesta, el autor analiza el proceso vivido por los movimientos sociales argentinos desde la posdictadura con un claro objetivo: realizar una lectura del siglo XXI que sea útil para desarrollar programas de gestión política en clave popular.


Si autores como Eric Hobsbwam observaron en el período 1914-1991 el desarrollo de un siglo corto (el XX), en cuyos extremos se encontrarían el inicio de la primera guerra mundial y la caída de la Unión Soviética, bien podría entonces leerse al siglo XXI desde una perspectiva que le brinde un nacimiento prematuro. Esto es lo que propone Mariano Pacheco en su nuevo libro, Desde abajo y a la izquierda. Movimientos sociales, autonomía y militancias populares, publicación en la que despliega una vía concreta para repensar la historia reciente y animarse a rescribirla en sintonía con el aquí y el ahora propio de los sectores populares.
Para Pacheco, es posible delinear el comienzo del siglo XXI con la revolución zapatista de enero de 1994. Es a partir de dicho momento, dice, donde puede rastrearse una particular trama identitaria de los procesos de resistencias y de luchas autónomas vividas por los diferentes movimientos sociales en la Argentina y, por extensión, en Nuestramérica. Fue en la gesta zapatista, añade, donde logró levantarse la primera bandera de dignidad frente al capitalismo financiero, global e intensivo propio del nuevo orden mundial.
Haciendo un interesante recorrido, en el que analiza tanto las expresiones ochentistas de toma de tierras como el actual devenir piquetero, desarrolla un estudio histórico de las estrategias populares que más se destacaron en el país. Pero además, propone detenerse a observas las contradicciones propias de estas gestas. Para él, por caso, la revuelta de 2001 debe ser un faro identitario no solo por la consagración del estallido popular como forma legítima de disputar poder en la arena política, sino también por haber expuesto la herida fundamental de los procesos autonomistas: ¿qué propuesta hemos sido capaces de elaborar toda vez que se terminó el tiempo de la denuncia?
Por todo ello, Desde abajo y a la izquierda es un libro que, a diferencia de otras propuestas del autor, propone parar la pelota narrativa para introducirnos en una instancia reflexiva. Su intención es la de desplegar pistas que permitan asumir un diálogo consciente con el pasado vivo, a fin de brindar herramientas conceptuales para rastrear las grietas del presente más susceptibles de facilitar el desarrollo de agendas propositivas. O en criollo: sistematizar los errores del pasado desde una perspectiva propia para no volver a repetirlos.
En tal plano, una de las principales inquietudes tomadas por Pacheco fue esbozada en su tiempo por Rodolfo Walsh. Este periodista y militante observó con preocupación el hecho de que las militancias autónomas no pudieran hacer una revisión histórica inteligente del pasado. Por caso, se preguntaba cómo era posible que sea tan difícil el tener una lectura justa de las medidas adoptadas por Lenin para resolver las coyunturas propias de su partido. Lo que notaba Walsh allí era una falencia de lectura, la cual muchas veces se quedaba en el análisis llano brindado por las narraciones oficiales y reproducidas por los aparatos comunicacionales hegemónicos. Lo que veía, en definitiva, era un cierto déficit de historicidad, es decir, un desconocimiento alarmante respecto al pasado que seguía moldeando el presente.
Pacheco plantea entonces que, en la actualidad, tal déficit se vería profundizado a causa de la consolidación de las nuevas lógicas culturales de consumo provistas por los avances tecnológicos. El autor razona que es este desconocimiento respecto al pasado (lejano, reciente y próximo) lo que muchas veces estaría bloqueando las potencialidades emancipatorias de las nuevas izquierdas. Por ello, se pregunta: ¿cómo puede instalarse una agenda propositiva, o generarse marcos de acción creativos, si no se tiene real conocimiento de los aportes brindados por las diversas tradiciones de izquierda?
Su gran propuesta sobre este punto es la de comenzar a generar archivos históricos que permitan, en algún momento, amigarse con la idea de pensar programas de izquierda que no dependan siempre de las voluntades aliancistas peronistas. El libro es un aporte profundo y serio en tal sentido, y es en la voluntad colectiva por retomarlo y entablar con él un diálogo concienzudo donde radica su mayor fortaleza.

La experiencia santafesina
La presentación del libro de Mariano Pacheco en la ciudad de Santa Fe fue organizada por Contrahegemoníaweb y se realizó el martes 10 de septiembre en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Además del autor, participaron Eliana Ramos, referente del partido local Barrio 88, y Federico Di Pasquale, integrante de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Ambos aprovecharon la ocasión para narrar las experiencias propias en la esfera santafesina.
El caso de Barrio 88 es particular. Se trata de una organización que emergió hace pocos años como un partido político interesado estrictamente en disputar la agenda electoral. Ramos resaltó esta particularidad, explicando cómo el conseguir un sillón en el Concejo Deliberante representó la consolidación de una interesante estructura para reforzar y profundizar la militancia territorial. Actualmente, Barrio 88 está presente en varios sectores de la ciudad, donde asume un rol activo mediante talleres, capacitaciones y actividades varias. El propio Pacheco aprovechó la ocasión para resaltar esta experiencia (y otras similares, como la de Ciudad Futura en Rosario), haciendo foco en cómo la correcta lectura del marco local hizo funcionar una estrategia que difícilmente pudiese obtener similares resultados en lugares donde las facciones punteriles y de los partidos tradicionales tienen la suficiente fuerza como para bloquear su emergencia.
La UTT, en tanto, está asentada en la región metropolitana de Santa Fe desde hace casi cuatro años y está conformada por alrededor de 160 familias (en su mayoría de origen boliviano) de las localidades de Monte Vera, Chaquito, Paraje La Costa, Ángel Gallardo, Helvecia, Recreo, Campo Crespo y Alvear. En la presentación, Di Pasquale retomó las claves del libro para invitar a pensar la situación del campesinado en el contexto político actual. En tal sentido, caracterizó a este sector como un tipo particular de trabajador de la economía popular, cuyos principales rasgos identitarios se consolidarían tanto a partir de sus tradiciones como de sus relaciones comerciales con las ciudades linderas. También aprovechó la ocasión para manifestar la preocupación del sector respecto a la profunda penetración de la cultura del agrotóxico y del monocultivo incluso hacia dentro del sector pequeño productor.

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