sábado, 10 de abril de 2021

Malayunta Orquestita: reminiscencias borgeanas/conradianas y sucio rock

 Diez años de una banda excepcional

 


Hay quienes los encuadran dentro del “gótico rioplatense”. A mí me gusta más pensarla como una banda que sabe entremezclar cierta vertiente del tango con el sucio rock, ese en el que se pueden identificar rasgos del punk, el metal y el pospunk, pero también del más clásico rock and roll. Una manada desprolija que, a la vez que suena bien porteña, no deja de tender puentes siempre un poco más allá.

Integrada por Hernán Menard en voz, Diego Peralta en guitarra, Marcelo Veiga en batería, Daiana Antonini en acordeón y teclado, Alejandro“Racu”Pérez en bajo, Maxi Mazzeo en trompeta y Martín Murphy en percusión y chapa. En 2020 –a inicios de la pandemia— la Orquestita puso a circular su 4° trabajo, “La fragilidad de los inviernos”, en el que Fernanda Ortega participa como violinista invitada. Sus anteriores discos son “Campo, o el bullicio de los insectos” (2016); “Tristes hazañas de un dopado”(2014) y“Malayunta”, su primer trabajo, editado en 2011.

Por sus reminiscencias borgeanas (y conradianas), Malayunta remite de alguna manera a cierta literatura. Al menos con temas como “El duelo”, o “Campo”. Sin ir más lejos, en una entrevista que mi amigo Marcelo Simonetti le realiza a su cantante para la revista Zonámbula, Menard (¡oh, como no imaginarse a “Pierre Menard”!), comenta: “A mí me gusta más pensar lo que escribo y lo que hacemos como algo más cercano al decadentismo, con los discursos de las orillas, de los márgenes. Me gustan mucho los poetizadores de las orillas, de los límites como Nicolás Olivari, Carlos de la Púa, Cadícamo mismo…”.

Además de sus propios temas, Malayunta supo versionar otras grandes canciones creadas en nuestras tierras, como “Ivan Deseau”, de la Pequeña Orquesta Reincidente (la canción que más me gusta de aquella otra banda de sucio rock, quizás una de las mejores de la historia nacional).

 

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