jueves, 16 de noviembre de 2017

WALSH, BENJAMIN Y EL DIARIO LA NACIÓN

(Acerca de lo que un pueblo puede... o no)

@PachecoenMarcha- Un posteo al paso

Hay que saber verle el lado amable a las situaciones complicadas nomás. Un costado es que no hay que andar urgando demasiado para entender lo que pasa por arriba: basta con leer La Nación. Hoy por ejemplo, en esta nota, te cantan las 40.

"Mauricio Macri entendió que el lapso que se abrió entre su triunfo electoral y el 31 de diciembre, cuando concluyen las sesiones extraordinarias del Congreso, sería el de mayor productividad de su mandato. Se propuso aprovechar el desconcierto peronista frente al impacto de su éxito para aprobar las principales reformas de su administración. Para esa empresa encontró un valiosísimo aliado impersonal: la nueva dinámica de la interna peronista.
Cuanto más incierta aparece para ellos la reconquista del poder en 2019, los gobernadores y sindicalistas del PJ se vuelven más cooperativos con el gobierno nacional. Su prioridad no es la competencia con Cambiemos, sino la supervivencia administrativa...."
La misma nota habla del "entendimiento" con la CGT: el objetivo central de Triaca, dice, es sacar gente del terreno del conflicto, que se agigantó en el año 2001, para llevarla al de la negociación.
Como en tantas otras oportunidades, parece ser la literatura y no la ciencia política en donde se puede encontrar una de las claves "para encontrar una salida", como sugieren Felix Guattari y Gilles Deleuze en su libro sobre Kafka. En nuestro caso, en las historias de los irlandeses que escribió Rodolfo Walsh en los años sesenta/setenta: cuando el pueblo asumió que estaba sólo. "El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza", puede leerse en Un oscuro día de justicia, en un remate literario que recuerda una consigna en boga aquellos días: "sólo el pueblo salvará la pueblo".
No viene mal entonces recordar aquellas palabras escritas por Walter Benjamin en sus Tesis sobre la historia:
"el mesías no viene sólo como Redentor, sino también como vencedor del Anticristo". De allí que en cada época sea preciso "hacer de nuevo el intento de arrancar la tradición de las manos del conformismo, que está siempre a punto de someterla".
Nuestro pueblo (si es que todavía se puede seguir hablando de algo así para denominar hoy día un sujeto político) tienen una rica historia de resistencias, en las que supo --siguiendo con Benjamin-- encontrar en la valentía y el humor la astucia para poner en cuestión "todos los triunfos que alguna vez favorecieron a los dominadores".
Veremos si encontramos en este contexto la valentía, el humor y la astucia necesarias para que la actual gestión del Estado nacional no se quede también con los usos de la lengua. Y que palabras como Cambio, Revolución y Alegría vuelvan a ser conceptos que funcionen como máquinas de guerra contra el actual estado de situación.

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