sábado, 4 de julio de 2015

Por qué votar al Frente de Izquierda

Ante las elecciones del 5 de julio

Un voto a la izquierda, en estas elecciones, es un voto ideológico, claro. Es decir, es un voto a una fuerza electoral (el Frente de Izquierda y los Trabajadores), compuesta por tres partidos trotskistas  (Izquierda Socialista, Partido Obrero, Partido de los Trabajadores por el Socialismo) y el apoyo de otras fuerzas de izquierda (como el frente Popular Darío Santillán y la confluencia del Movimiento Popular La Dignidad-Tupaj Katari), que sostienen desde el marxismo ciertos principios ideológicos que podríamos resumir en el anti-capitalismo (y por ende, el socialismo como horizonte estratégico).


Un voto a la izquierda puede contribuir a combatir el posibilismo, que no es más que un aporte a la “batalla cultural” para quebrar el horizonte impuesto por la última dictadura, que ha recortado el horizonte de posibilidades e impuesto la “democracia de la derrota” como único paradigma.  Si había en ciertos sectores alguna “expectativa progresista”, de profundizar un proyecto que, si bien sustentado en una matriz extractiva, un congelamiento en las formas representativas y una lógica de “inclusión consumista”, supo ampliar algunos derechos y oponer una mirada continental que se saliera del neoliberalismo más crudo, lo cierto es que no parece ser con la tríada Scioli-Aníbal Fernández-Accastello  a la cabeza con quienes se podrá desarrollar dicha profundización, que ni siquiera se esbozó en esta última gestión de Cristina Fernández.
Un voto a  la izquierda puede contribuir al sostenimiento y ampliación de una representación parlamentaria que funcione como retaguardia de las luchas sociales que se vienen produciendo y que seguramente se producirán (en tanto que el panorama político más general pre anuncia un giro aún más a la derecha en la gestión de las distintas instancias de gobierno). Respondiendo a una vasta tradición en este sentido, la izquierda suele ser una contribución (material y simbólica) a las luchas y una muralla de contención a los embates represivos, tanto del Estado como de las patronales, cuando los de abajo, la clase que vive del trabajo, se organiza de manera autónoma y libra batallas por mejorar sus condiciones laborales y de vida, denunciar las políticas que van contra sus intereses y, por qué, cuando más deicidamente apuestan por cambios en el rumbo político del país.
Por todo esto, mañana domingo 5 de julio, sumemos votos del FIT encabezada por Liliana Olivero y Hernán Puddu, en Córdoba, pero también, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Podrá haber diferencias políticas, sobre todo respecto de la caracterización de la situación Latinoamericana, pero no caben dudas que uno mira las listas y ve que están llenas de compañeras y compañeros con quienes nos hemos encontrado en numerosas combates y, más allá del acto eleccionario, seguramente nos sigamos encontrando… en las luchas en las calles, que son al fin y al cabo, las que definirán el devenir de la lucha de clases en Argentina.

Mariano Pacheco, ensayista y periodista
(Alta Gracia-Córdoba, 4 de julio de 2015)


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