Esta serie recientemente estrenada en Netflix cuenta, por ahora, con 7 episodios de su primera temporada.
La
escena es la repetida, una y otra vez, a lo largo de buena parte de mi vida: no
poder dormir, no poder leer, no encontrar la energía suficiente para conquistar
la concentración necesaria para ver un film... poner una serie cualquiera
porque no se encuentra ninguna que merezca la calificación de ser elegida. Así
es como me topé con esta serie sueca de TV distribuida por la plataforma.
La empecé
a ver pensando que era una estupidez, que probablemente no pasaría del primer
capítulo (o, peor aún, que ni siquiera terminara el primero). Pero la historia
poco a poco me atrapó.
Dirigida
por Emma Bucht y Susanne Thorson, con guión de Moa Herngren y Tove Eriksen
Hillblom, la serie está basada en una novela de Amanda Romare. La producción
audiovisual muestra de algún modo lo que parece ser un mal de época: la
dificultad de los vínculos sexo-afectivos en tiempos de virtualización de la
vida urbana (lo bien retratado de las calles, parques y bares de Malmö y sus
alrededores son uno de los puntos a destacar de esta producción).
A la protagonista,
“Amanda”, la interpreta –a mi parecer de manera muy lograda–, la actriz Carla
Sehn, quien ya había actuado en “Amor y anarquía”. Esta vez se trata del papel
de una muchacha de 31 años que parece llevar consigo un carma: nunca hay segunda
cita… Y no porque ella no quiera.
La
fugacidad de los vínculos, el terror a todo tipo de compromiso, la dificultad
de registrar al otro y convivir con la alteridad dejan ver asimismo, como telón
de fondo, otras complicaciones que atraviesan nuestros vínculos en la vida
moderna: las amistades y la familia (en este caso, fundamentalmente, la
relación entre hermanas y entre ellas y su madre, pero también, el complejo
vínculo con su padre).
El abordaje
(en el personaje principal pero también en quienes la rodean) de las crisis de
expectativa, los tocs, las fobias, las ansiedades que atraviesan una vida, hace
de esta serie una apuesta que logra sortear la frivolidad.
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